La fiesta del chivo
La fiesta del chivo (2000) es una novela de ficción histórica escrita por el ilustre peruano ganador del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. El argumento se basa en registros históricos relacionados con el asesinato del dictador dominicano Rafael Trujillo, si bien varios de sus personajes nunca existieron realmente.
Asimismo, la reconstrucción magistral de los hechos gira en torno a tres historias entrecruzadas. La primera se centra en Urania Cabral, una joven que regresa a República Dominicana para encontrarse con su padre enfermo. La segunda repasa los últimos días de la vida de Trujillo y la tercera se enfoca en los asesinos del dictador.
Sobre el autor
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú. Llegó al mundo el 28 de marzo de 1936. Es el hijo único del matrimonio entre Ernesto Vargas Maldonado y Doña Llosa Ureta. El pequeño Jorge Mario pasó la primera parte de su infancia con la familia materna en Cochabamba, Bolivia, porque sus padres estuvieron separados entre en 1937 y 1947. Allí estudió en el Colegio La Salle.
Después de una breve estancia en Piura junto con su madre y abuelo materno, el futuro autor se mudó a Lima tras la reconciliación de sus padres. Con el señor Ernesto Vargas siempre mantuvo una relación turbulenta, pues su progenitor era iracundo y demostraba animadversión hacia la inclinación literaria de su hijo. En la capital peruana estudió en una institución cristiana.
Primeros trabajos
Cuando tenía 14 años, su padre lo inscribió en la Academia Militar Leoncio Prado, un internado muy estricto que le serviría de escenario al futuro escritor en su primera novela, La ciudad y los perros (1963). En 1952 inició su carrera periodística en el diario La Crónica de Lima como redactor de reportajes y entrevistador local.
Su primera publicación artística fue una pieza teatral, La huida del Inca (1952), presentada en Piura. En esa ciudad culminó su bachillerato en el colegio San Miguel y trabajó para el diario local La Industria. En 1953 comenzó sus estudios de Derecho y Literatura en la Universidad San Marcos de Lima.
Primer matrimonio y traslado a Europa
En 1955 se casó secretamente con su tía política Julia Urquidi (este escándalo inspiró los eventos narrados en Tía Julia y el escribidor). La pareja se divorció en 1964. Entretanto, Vargas Llosa fundó —junto a Luis Loayza y Alberto Oquendo— de Cuadernos de Composición (1956–57) y de Revista de Literatura (1958–59). En 1959 viajó a París, en donde trabajó para la Radio Televisión Francesa.
Ese mismo año, Vargas Llosa publicó su primer libro, Los jefes, un compilatorio de relatos. Luego, con La ciudad y los perros (1963) el autor peruano se integró al gran “boom” de las letras latinoamericanas junto a los “próceres” García Márquez, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Mario Benedetti.
Consagración
El éxito permitió a Mario Vargas Llosa dejar atrás los tiempos de necesidad económica, por lo tanto, pudo dedicarse por completo a escribir. Se casó en 1965 con la sobrina de su primera esposa, Patricia Urquidi, con quien tuvo tres hijos: Álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana (1974). En 1967, se mudó a Londres, donde trabajó como docente en el Queens Mary College.
Durante los años siguientes vivió un tiempo en Washington y después en Puerto Rico. En 1971 obtuvo su Doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. Su tesis doctoral, García Márquez, la historia de un deicidio (1971), refleja parte de la magistral labor de Vargas Llosa como crítico literario.
Pensamiento político
A lo largo de su vida, Mario Vargas Llosa mostró grandes contrastes en su pensamiento político. Durante su juventud fue partidario de tendencias cristiano-conservadoras y contrario a toda dictadura. Durante los años 60 tuvo un acercamiento significativo hacia la Revolución Cubana del Che Guevara y Fidel Castro.
En 1971, el llamado “caso Padilla” generó una ruptura definitiva con el comunismo. Ya durante los años 70 fue más proclive hacia un liberalismo moderado y llegó a ser candidato a la presidencia de Perú. Fue derrotado por Alberto Fujimori en las elecciones de 1990.
Su obra en números
En 1993, Vargas Llosa juró la bandera española. Un año después fue ingresado en la Real Academia Española. Hasta la fecha, su obra abarca 19 novelas, 4 libros de cuentos, 6 poemarios, 12 ensayos literarios y 10 piezas teatrales, entre muchas otras publicaciones de índole periodística, documentales, traducciones, entrevistas, discursos y memorias.
Reconocimientos y galardones más importantes
Se podría elaborar un artículo aparte solamente sobre las obras condecoradas en Hispanoamérica de Mario Vargas Llosa. Aunque, sin lugar a duda, sus hitos más prominentes han sido los siguientes:
- Premio Príncipe Asturias de las Letras (1986).
- El Premio Miguel de Cervantes (1994).
- Premio Nobel de Literatura (2010).
- Doctorado Honoris Causa:
- Universidad Hebrea de Jerusalén. Israel (1990).
- Queens Mary College de la Universidad de Londres. Reino Unido (1990).
- Connecticut College. Estados Unidos (1990).
- Universidad de Boston. Estados Unidos (1990).
- Universidad de Harvard. Estados Unidos (1999).
- Universidad Mayor de San Marcos. Perú (2001).
- Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Perú (2002).
- Universidad Simón Bolívar. Venezuela (2008).
- Universidad de Tokio. Japón (2011).
- Universidad de Cambridge. Reino Unido (2013).
- Universidad de Burgos. España (2015).
- Universidad Diego Portales. Chile (2016).
- Universidad de Lima. Perú (2016).
- Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Perú (2016).
Análisis de La fiesta del chivo
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Contexto
Oficialmente, Rafael Leónidas Trujillo Molina fue dictador de República Dominicana entre 1930 – 1938 y 1942 – 1952. En realidad, Trujillo mantuvo el poder de facto a lo largo de casi 31 años (hasta su asesinato en 1961). Al respecto, existe un paralelismo metafórico con la canción de merengue “Mataron al chivo”, citada por Vargas Llosa al principio del libro. De allí el título del libro.
Símbolos
La impotencia sexual del dictador
A lo largo del libro, Trujillo demuestra un comportamiento obsesivo con respecto a su cuerpo y sus rituales diarios (higiene personal, uniforme, itinerario exacto)… Del mismo modo, para reafirmar su postura dominante, el mandatario solía tomar a las esposas y los familiares de los integrantes de su gobierno.
Por ello, cuando el autócrata comienza a mostrar síntomas de incontinencia e impotencia sexual, él ve esta circunstancia como un debilitamiento de su persona y de su régimen. Es más, su disfunción eréctil pone en duda la percepción de sí mismo (el “macho alfa” salvador del país).
El silencio cómplice
El personaje de Augusto Cabral es incapaz de responder a las incógnitas planteadas por su hija. Esta omisión representa la complicidad indispensable de terceros para la consolidación de cualquier dictadura. Por ende, don Augusto es incapaz de justificar la crueldad de Trujillo ni la ausencia de justicia, antes y después de la muerte del dictador.
El hogar de la familia Cabral
La vivienda familiar de los Cabral refleja la decadencia de un país otrora esplendoroso y derruido por décadas de tiranía. Esa casa es una sombra de aquella habitada por Urania en su niñez, es un lugar tan deteriorado como la salud de su dueño.
Urania Cabral
Urania representa a todo un país ultrajado durante treinta años por Trujillo. Ella, que estaba orgullosa de mantener su castidad ante su familia, fue entregada por su propio padre al dictador como forma de demostrar su lealtad. A pesar de la vejación sufrida, al final de la historia Urania decide restablecer los vínculos con su familia. Lo cual, simboliza la esperanza de reconciliación de un país.
Las hermanas Mirabal
Estas hermanas no aparecen directamente en la narración, mas sí representan el poder de la resistencia femenina ante el despotismo. Ellas se convirtieron en mártires tras ser ejecutadas por el régimen debido a su papel como líderes estudiantiles. Por esta razón, son recordadas como heroínas por los precursores del complot que terminó con la muerte de Trujillo.
Paradojas
Vargas Llosa describe las grandes contradicciones presentes en un país totalmente corrompido, en donde sus políticos hacían cualquier cosa para sobrevivir. Esto es palpable en la narración del ultraje sufrido por Urania Cabral. Quien prometió conservarse virgen si Trujillo indultaba a su padre, pero su progenitor decidió entregarla al dictador para ganarse el perdón.
Igualmente, Joaquín Balaguer —conocido como el “presidente títere”— fue capaz de salir impune después de la muerte del tirano (aun cuando estuvo muy ligado al régimen). De hecho, Balaguer fue una figura clave para controlar a la familia Trujillo y promover la transición hacia la democracia.
El complot
Para consumar el asesinato de Trujillo fue necesaria la participación de muchos integrantes del gobierno. Después de todo, hasta los más altos funcionarios del régimen deseaban la caída del dictador. Pues ya nadie quería alargar la paranoia existente y el terrorismo de estado instaurado a través de los servicios secretos encargados de suprimir cualquier atisbo de conspiración.
Algunas metáforas notables
- “Había que liquidar a la persona en la que convergían todos los hilos de esa tenebrosa telaraña” (p. 174).
- “El trujillismo es un castillo de naipes” (p. 188).
- “La política es eso, abrirse camino entre cadáveres” (p. 263).
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