Angélica Morales. Entrevista a la autora de La casa de los hilos rotos

Angélica Morales | Fotografía: perfil de Facebook

Angélica Morales nació en Teruel y vive en Huesca. Tiene una biografía muy polifacética y es escritora, actriz y directora teatral. Escribe poesía y ha ganado varios premios del género. Entre los títulos de su obra están Bozal de perro, Mi padre cuenta monedas, Muerte de una youtuber o Tú serás la siguiente. En marzo saca su nueva novela, La casa de los hilos rotos. En esta entrevista nos habla de ella y de muchos otros temas. Le agradezco el tiempo y la amabilidad dedicados.

Angélica Morales. Entrevista

• ACTUALIDAD LITERATURA: Tu próxima novela, que se publica el 1 de marzo, es La casa de los hilos rotos. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?

ANGÉLICA MORALES: Me gusta buscar mujeres que han estado enterradas en el olvido. A veces te encuentras por casualidad con mujeres asombrosas. Alguien las ha nombrado en un artículo o haciendo otra búsqueda te has topado con ella y entonces surge un flechazo. Eso me ocurrió con la figura de la artista textil Otti Berger. En cuanto me puse a leer sobre su trayectoria artística y su vida me quedé fascinada. Pero el hecho que más me emocionó fue su sordera. No lo tuvo fácil y, sin embargo, eso no fue ningún impedimento para que alcanzara el éxito. Tuvo que esforzarse más que nadie, no solo por ser mujer, sino por ser sorda y también judía y comunista.

Desde niña he sabido lo que es estar en el lado de las minorías, donde la luz no existe. Mi tía Chon era coja y aprendió a leer ella sola. En aquellos tiempos a los niños tullidos o con tara los colocaban al final de la clase. Recuerdo que me dijo que tenía de compañera a una sorda y que tuvieron que aprender a leer solas, con los tebeos. También mi tía era modista, estaba unida con Otti por esas dos cosas que han marcado mi infancia y mi vida. Eso hizo que quisiera escribirla, conocerla. 

• AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y la primera historia que escribiste? 

AM: Recuerdo las lecturas de las obras de teatro de Lorca en el instituto. También llevamos a escena lecturas de sus poemas. Cuando lo descubrí sentí que se abría un mundo nuevo. Lorca y el teatro me despertaron un hambre animal hacia la escena y la escritura. Luego vino Pessoa y vi otra luz y después Vallejo le dio la vuelta a todo y ya me quedé en ese otro lado que nadie ve, en los misterios.

En cuanto a la primera obra que escribí fue en el instituto, con catorce años, un poema dedicado a Lorca. Lo presenté a un concurso que había promocionado ese año el instituto y lo gané. Cinco mil pesetas de entonces. Mi primer pago literario.

• AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas. 

AM: Hay muchos escritores y cada uno es importante en un momento de mi vida. Para mí la poesía es fundamental y en ella están Lorca, Pessoa y Vallejo. Luego, en el terreno de la narrativa, me quedó con Dostoievski, Tolstoi, Herman Hesse, Balzac, Maupassant, Goethe, Shakespeare, Irene Nemirosvki… y mi querida Annie Ernaux que la leía cuando nadie lo hacía. Y, por supuesto, Agota Kristof, que la adoro y desde que la descubrí vivo en una nube de emoción. Ahora he encontrado a Camila Sousa y la amo.

• AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear? 

AM: Me hubiera gustado conocer a la vieja sirena, de José Luis Sampedro, nadar con ella en su historia de amor. Y hubiera dado cualquier cosa por crear a Lady Macbeth.

• AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer? 

AM: No, no tengo ninguna manía, pero sí prefiero escribir en mi mesa que tiene muchas figuritas de brujas, búhos, elefantes verdes y una virgen de Lourdes en miniatura que heredé de mi abuela Ángela. No soy supersticiosa, pero me gusta verlos y cuando leo algún poema o algún párrafo de ficción en voz alta, me gusta imaginar que me dan su beneplácito.

• AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo? 

AM: Soy muy rutinaria y tengo mucha disciplina a la hora de trabajar. Por la mañana leo y escribo poesía y cuelgo un poema inédito en redes, cada día. Por la tarde escribo narrativa y leo.

• AL: ¿Hay otros géneros que te gusten? 

AM: Me gusta mucho el teatro y el guion.

• AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

AM: Ahora estoy leyendo dos libros, Los reyes de la casa, de Dephine De Vigan, y Las aventuras del buen soldado Švejk, de Jaroslav Hašek. En cuanto a la escritura, estoy perfilando otra novela de la que aún no puedo hablar.

• AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?

AM: Se están publicando muchos libros. Hay mucha variedad en cuanto a voces y estilos y eso es bueno. El inconveniente es que el mercado editorial está saturado y los libros mueren enseguida, no tienen un largo recorrido porque de inmediato son desbancados por otros. Yo llevo muchos años escribiendo, aprendiendo; como te decía soy muy disciplinada y confío mucho en mi trabajo, así que he ido forjando una carrera a base de tesón y esfuerzo.

No siempre me han ido bien las cosas. Como todo artista también he tenido fracasos, proyectos que no han fraguado, manuscritos rechazados. Pero siempre he sido optimista, he sabido esperar y darle la vuelta a lo negativo. El fracaso es el primer paso para el éxito. Pero por encima de todo lo que hago es disfrutar con mi escritura, no sufrir con ella. Disfruto enormemente y cada triunfo lo saboreo, pero no me duermo en los laureles y regreso al trabajo. Soy una enferma de la escritura, me temo.

• AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?

AM: Yo a todo le saco punta, soy muy observadora y la empatía afortunadamente me acompaña. Como he sido actriz estoy acostumbrada a ponerme en la piel del otro y a mirarlo todo desde una perspectiva artística. Hasta el más mínimo detalle tiene una historia detrás. Yo siempre parto de lo pequeño, porque lo pequeño al final siempre es lo más grande.

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