La Paradoja del Bibliotecario Ciego: La novela negra que se adentra en el maltrato.
La Paradoja del Bibliotecario Ciego: Violencia descarnada y emociones descontroladas se trasmiten de generación en generación dentro de una familia y su entorno.
«Ahora él dormía plácidamente, de espaldas a ella. Para él todo había pasado, la calma se imponía de nuevo. Para ella, sin embargo, el ciclo volvía a comenzar; solo era cuestión de tiempo que su marido se preparara para asestar el siguiente golpe.»
Las agresiones domésticas que refleja la novela no son aptas para todos los públicos, se entremezclan entre descripciones de la vida cotidiana y la investigación de un caso de asesinato, atacando nuestra conciencia y nuestras tripas como pumas al acecho de su presa. La impotencia embarga al lector por oleadas, el desprecio, la ira, el rechazo. La convulsión emocional está garantizada.
La originalidad de la novela destaca entre sus atributos desde que el protagonista e hilo conductor de la trama es un maltratador. A su alrededor, personajes cargados de un acervo de buenas acciones y actos crueles por igual, componen una trama compleja en la que las píldoras de violencia atroz y desalmada conmueven al lector hasta continuar con la imagen formada en la cabeza mucho tiempo después de cerrar el libro.
«Siempre tenía preparado un comentario agrio en la punta de la lengua, como si allí habitara un nido de escorpiones acumulando veneno.»
Y es que, en La Paradoja del Bibliotecario Ciego, Ana Ballabriga y David Zaplana, nos muestran esas realidades a las que no solemos querer mirar a la cara.
- Los matones del colegio, violentos y agresivos, son niños que conviven con la violencia en su casa.
«Era consciente de que el rencor que le tenía su primo no había sido algo premeditado, sino la consecuencia de las odiosas comparaciones que habían deshecho su amistad para convertirlos en enemigos declarados. »
- Los niños despreciados o maltratados en su infancia, tienden a repetir patrones cuando son adultos.
«Se desató en su interior un odio feroz, focalizado en primer lugar en su madre, para luego extenderse por analogía al resto de las mujeres.»
- Las víctimas de malos tratos empiezan justificando a los maltratadores, culpan a todos de azuzarlos porque es muy difícil verle la cara el fracaso vital que las envuelve.
«Beatriz odió con todas sus fuerzas a Félix, que había estado azuzando a la bestia. Ella sabía de sobra las horas que Camilo dedicaba a escribir, que aquellos folios eran más importantes para él que su propia familia, y aquel viejo de rostro afable se había dedicado a tirar por tierra su trabajo. Y si Camilo estaba de mal humor, la primera en pagarlo sería ella misma, eso lo tenía claro.»
- Hasta el niño con mejor corazón es capaz de las mayores crueldades cuando la violencia a su alrededor supera lo que está preparado para gestionar.
«Su madre había pasado en solo unos segundos de represora a reprendida. Él no soportaba verla intimidada de aquella forma, achantada, encogida, reducida a una milésima parte de sí misma.»
- Una violación marca a una persona para el resto de su vida. Se puede continuar, vencer, dominar, pero hay experiencias que nunca se llega a superar.
«Nunca se había sentido tan sucia, ni siquiera cuando Alí la mancillaba. Definitivamente, el desprecio de su propia madre era mucho peor.»
- La violencia tiene efecto espiral, los fuertes maltratan a los menos fuertes y estos a los más débiles.
«Normalmente conseguía mantener aplacado ese odio, pero de vez en cuando se desbocaba sin remedio, despertando dentro de sí una bestia que tomaba las riendas de cuerpo y mente con el único objeto de saciar la sed de venganza.»
Sin embargo, la historia es un canto a la esperanza: hay historias que acaban bien, y a la vez es realista porque no todas lo hacen y no son estas necesariamente las más duras. La violencia acaba unas veces en muerte, otras en liberación, otras en más violencia y otras en ilusión por una vida distinta.
Sucesos de maldad cotidiana, cambios personales utópicos, pero no por ello menos creíbles cierran esta novela que podría continuar hasta el infinito, porque esta es una historia sobre el desarrollo personal de los protagonistas al ritmo que marcan sus circunstancias y las personas nunca dejan de evolucionar ni la vida de ponerlas en situaciones complejas.
« ¿No has oído nunca que el pasado constituye los cimientos del presente? Si te dedicas a removerlo puede que tu vida se tambalee, o lo que es aún peor, que se derrumbe.»
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