10 frases breves de Walt Whitman

Walt Whitman, poeta estadounidense, nació en 1819 y falleció en 1892. A lo largo de su vida, además de dejarnos obras tan magníficas como «¡Oh, Capitán! ¡Mi capitán!», «La extensión de mi cuerpo», «Hojas de hierba» o «Canto de mí mismo», dejó innumerables frases que bien podríamos encontrar una breve enseñanza de vida en cada una de ellas.

Fueron muchos los poetas que se influenciaron por su poesía moderna, entre ellos, grandes como Rubén Darío, Wallace Stevens, D.H. Lawrence, Fernando Pessoa, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, etc.

A continuación os dejamos con 10 frases breves de Walt Whitman que nos dicen mucho de él, de su carácter, de su humanismo…

Frases y citas breves

• «Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano».

• «El que camina un minuto sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral».

• «Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también».

• «Coged las rosas mientras podáis
  veloz el tiempo vuela.
  La misma flor que hoy admiráis,
  mañana estará muerta…».

• «¿Que yo me contradigo? Pues sí, me contradigo. Y, ¿qué? (Yo soy inmenso, contengo multitudes).

• «Para mí, cada hora del día y la noche, es un indescriptible y perfecto milagro».
• «Mira tan lejos como puedas, hay espacio ilimitado allá, cuenta tantas horas como puedas, hay tiempo ilimitado antes y después».

• «No desfallezcas si no me encuentras pronto. Si no estoy en un lugar, búscame en otro. En algún lugar te estaré esperando».

• «Estábamos juntos, el después lo he olvidado».

• «He aprendido que estar con aquello que me gusta es suficiente».

Documental subtitulado sobre Walt Whitman

Y cómo ya sabréis de otros artículos míos recientes, soy muy de buscar en la magnífica plataforma de Youtube, vídeos o documentales que hablen del escritor que tratamos. Aquí os presento uno muy bueno que he encontrado sobre Walt Whitman, está subtitulado.

¡Que lo disfrutes!

Curiosidades de Walt Whitman

En 2019 se cumplió el 200 aniversario de Walt Whitman, uno de los poetas considerado de los mejores de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, como cualquier persona, hay algunos rasgos que lo hacen único, o que nos llama la atención.

Queremos recopilar algunas de las curiosidades más llamativas de este autor. Y algunas de ellas te van a sorprender bastante.

El padre de Walt Whitman

Walt Whitman vivió de 1819 a 1892. De él se dice que es el «padre» de la poesía moderna en Estados Unidos y que fue un hombre que transformó la poesía. Sin embargo, algo que se puede sacar de sus poemas, sobre todo del autobiográfico «Hubo un niño que fue hacia delante» es que la relación con su padre no era idílica.

De hecho, cuenta de él que era un hombre fuerte, autoritario, perverso, injusto e iracundo. En otras palabras, una persona que podía volverse violenta si no se hacía lo que quería. Ahora bien, hablamos de una época en la que esta actitud era habitual en muchas familias y padres.

Obsesionado con revisar su obra

Para Whitman, la perfección era algo muy importante. Tanto que hasta lo hacía con sus propias obras. Siempre estaba cambiando algo porque pensaba que lo podía mejorar. Por eso también tuvo problemas para que vieran la luz sus escritos.

No dejaba de corregirlos, de cambiarlos, de modificar cosas. De hecho, su obra «Hojas de hierba» constaba de 12 poemas y durante toda su vida los cambió constantemente porque no se sentía satisfecho con ellos.

Se hizo autobombo de su propia obra

Cuando un autor habla de su libro, lo normal es que lo haga en primera persona y que elogie lo que ha hecho. Pero Whitman fue un poco más allá. Y es que, al ver que tenía muchas críticas negativas, razonables si tenemos en cuenta que su poesía no entraba dentro de lo «normal» en esa época, él actuó.

¿Qué hizo? Pues aprovechar su trabajo en periódicos para escribir reseñas, bajo otros nombres, elogiando la obra y argumentando que era buena pero que no le conocían y no sabían lo que se estaba perdiendo. Y todas esas autocríticas, fueron formando parte de las ediciones que iban saliendo de su libro.

Los consejos de fitness que dejó Walt Whitman

Pues sí, no es algo que nos hayamos inventado. En realidad, este poeta escribió la «Guía para la salud y el entrenamiento masculinos». En realidad, se trataba de artículos que el autor publicó en el New York Atlas, concretamente en su sección de fitness.

Lo hizo bajo el seudónimo Mose Velsor, uno de los que usaba para trabajar como periodista cuando tenía problemas económicos. Y sus consejos son llamativos. Por ejemplo, comer tres comidas al día (desayuno, comida y cena). Pero no se quedaba ahí. Te decía qué tenías que comer en cada una: carne fresca con patatas cocidas; carne fresca; y fruta o compota. Esa era su alimentación.

Una hora de ejercicio por la mañana para ejercitar todo el cuerpo, no pasar mucho tiempo con mujeres pero sí con los amigos, o dejarse barba y los calcetines puestos fueron otros de los consejos que dejó el poeta plasmados en esos artículos.

El cerebro de Walt Whitman fue tirado a la basura

Whitman pensaba que para conocer a un hombre, había que entrar en su cerebro. Quizá fuera por eso que, cuando falleció, su cerebro fue enviado a la Sociedad Antropométrica Americana. Allí se ocupaban de pesar y medir ese órgano para establecer relaciones sobre la vida de esa persona.

El problema es que el cerebro se cayó al suelo y se hizo añicos, con lo que al final lo tiraron a la basura. Un desenlace por el que no debería pasar nadie.

Otras frases muy conocidas de Walt Whitman

Walt Whitman ha dejado muchas frases que son conocidas, como las anteriores que te hemos presentado. Sin embargo, hay otras que, en sí mismas, son importantes y fueron pronunciadas o escritas en momentos de su vida trascendentales.

Tanto es así, que queremos recopilarte algunas de las que, al leerlas, puedan accionar algún mecanismo en ti. ¿Quieres saber cuáles son nuestras elegidas?

• Existo como soy, eso es suficiente, si ningún otro en el mundo se da cuenta, me siento contento, y si todos y cada uno se dan cuenta, me siento contento.

• Qué extraño, si vienes a mi encuentro y deseas hablar conmigo, ¿por qué no me hablas? ¿Y por qué no debería hablar contigo?

• Me encuentro con nuevos Walt Whitmans’s todos los días. Hay una docena de ellos a flote. No sé quién soy.

• El libro más sucio de todos es el libro expurgado.

• Descansa conmigo en la hierba, suelta el tope de tu garganta; Lo que quiero no son palabras, ni música ni rima, ni costumbres ni conferencias, ni siquiera lo mejor; Solo la calma que me gusta, el zumbido de tu voz valiosa.

• Detente conmigo día y noche y poseerás el origen de todos los poemas, poseerás el bien de la tierra y el sol… quedan millones de soles, ya no tomarás cosas de segunda o tercera mano… ni mirarás a través de los ojos de los muertos… ni te alimentarás de los espectros en los libros, tampoco mirarás a través de mis ojos, ni tomarás cosas de mí, escucharás por todos lados y las filtrarás de ti mismo.

• El futuro no es más incierto que el presente.

• El arte del arte, la gloria de la expresión y la luz del Sol de las letras es la simplicidad

• La hojita más pequeña de hierba nos enseña que la muerte no existe; que si alguna vez existió, fue sólo para producir la vida.

• Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes más grandes de la historia.

• Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

• Las batallas se pierden con el mismo espíritu con que se ganan.

• Y lo invisible se prueba por lo visible, hasta que lo visible se haga invisible y sea probado a su vez.

• ¿Has aprendido las lecciones solo de aquellos que te admiraban, eran tiernos contigo y te hacían a un lado? ¿No has aprendido grandes lecciones de aquellos que se prepararon contra ti y disputaron pasajes contigo?

• El secreto de todo es escribir en el momento, el latido, la inundación del momento, dejar las cosas sin deliberar, sin preocuparse por su estilo, sin esperar un momento o lugar adecuado. Siempre trabajé de esa manera. Tomé el primer trozo de papel, la primera puerta, el primer escritorio, y escribí, escribí, escribí… Al escribir en el instante, se atrapa el latido de la vida.

• El camino a la sabiduría está pavimentado de exceso. La marca de un verdadero escritor es su capacidad para mistificar lo familiar y familiarizar lo extraño.

• Un escritor no puede hacer nada por los hombres más que simplemente revelarles la posibilidad infinita de sus propias almas.

• Existo como soy, eso es suficiente, si ningún otro en el mundo se da cuenta, me siento contento, y si todos y cada uno se dan cuenta, me siento contento.

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