Tres sombreros de copa de Miguel Mihura

Tres sombreros de copa.

Tres sombreros de copa es una obra de teatro que renovó el género de la comedia en medio de una época difícil en España y en Europa. Este nuevo estilo sería bautizado a mediados del siglo XX como “absurdo”. Dicha manifestación se caracterizó por la aversión hacia los preceptos tradicionales del teatro burgués, aunque sin desligarse por completo del esquema convencional compuesto por planteamiento, conflicto y desenlace.

Escrita por Miguel Mihura en 1932, Tres sombreros de copa no se publicó hasta 1947 y su primera puesta en escena fue en 1952. Es una representación bastante precisa de otras tendencias vanguardistas de esa época, como el teatro comprometido y político, distinguido por sus temáticas críticas sobre las contradicciones de la sociedad. Dicha tendencia también destacó por el realce del lenguaje poético como forma de evocar y expresar estados de ánimo.

Sobre el autor

Nacimiento y primeros oficios

Miguel Mihura nació en Madrid, España, el 21 de julio de 1905. Su padre fue un actor con mucho renombre en la capital española, por lo cual, creció muy familiarizado con el ambiente teatral. Sus primeros trabajos fueron como articulista y dibujante en revistas como Gutiérrez, Macaco, Buen Humor y Muchas Gracias. Durante la década de 1920 también trabajó como periodista.

Llegada de Tres sombreros de copa

En 1932 culminó Tres sombreros de copa, considerada una de las obras maestras del teatro español. No obstante, el reconocimiento a sus creaciones no ocurrió rápidamente, vino a suceder más de una década después tras fundar y dirigir entre 1941 y 1946 la revista La Codorniz, una publicación considerada de enorme relevancia en la historia del humorismo español.

Otras obras

Otras comedias destacadas de Mihura son ¡Viva lo imposible! o el contable de las lunas (como coautor, 1939), Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (1943), El caso de la mujer asesinadita (1946), ¡Sublime decisión! (1955), Maribel y la extraña familia (1959) y Ninette y un señor de Murcia (1964), entre otras. La libertad, la antipatía hacia las normas sociales convencionales y la emancipación de la mujer son temas frecuentes en sus narraciones.

Reconocimientos y últimos años

Su última obra, Sólo el amor y la luna traen fortuna, data de1968. Adicionalmente, colaboró en la elaboración de guiones cinematográficos en importantes producciones como Bienvenido Mr. Marshall (bajo la dirección de Luis García Berlanga). Miguel Mihura fue seleccionado en 1976 para ocupar el sillón K de la Real Academia Española de la Lengua, sin embargo, no llegó a leer el discurso de inducción. Murió en octubre de 1977, en Madrid.

Miguel Mihura.

Contexto de Tres sombreros de copa

El simbolismo

El simbolismo es uno de los rasgos distintivos de la obra creada por Mihura. En sus representaciones la imaginación juega un papel muy relevante para reflejar y provocar sentimientos. De igual forma, en la narración se ponen de manifiesto las contradicciones de la conducta social de la época, así como el problema de identidad que genera el choque entre la apariencia pretendida y la realidad.

El expresionismo

La sensibilidad característica del expresionismo es un recurso frecuente al momento de describir la psicología de los personajes. Esto se debe a que todos los elementos presentes en cada cuadro (las fiestas nocturnas o los sombreros dispuestos de una manera determinada en una habitación, por ejemplo) son representaciones de las batallas particulares en la mente de cada individuo.

La satira

Dionisio, el protagonista, encarna el conflicto interno que sufren muchas personas de las clases acomodadas al deber decidirse entre una existencia planificada ordinaria —en realidad, aburrida— o una vida artística con menos ataduras, más impredecible y vertiginosa. El autor usa la sátira para reírse de la cobardía de aquellos que prefieren quedarse en la seguridad de lo conocido en lugar de la emocionante incertidumbre. Esto recuerda al teatro cómico español de principios del siglo XX.

Una crítica a la moral puritana

En el desarrollo de la historia es constante el menosprecio hacia los clichés convencionales y cursis comunes de la moral puritana y de las normas protocolares de la sociedad burguesa. Entonces, Mihura aprovechó el ambiente circense para implementar una nueva fórmula dramática dominada por números de acrobacias, los mimos, el lenguaje irracional y la fantasía, asimismo, los problemas cotidianos son abordados con tono burlista.

Otro supuesto trasfondo de la obra

De acuerdo con Rosa Martínez Graciá y Caridad Miralles Alcobas (2016), “la obra fue escrita a raíz de un forzado rompimiento amoroso”. Al parecer, la realidad y la ficción están mezclados junto con las reflexiones del autor sobre los límites de la crueldad humana. También confluyen pensamientos derivados de “su viaje con la compañía Alady, su conocimiento del music-hall y de las chicas bailarinas, así como su propia situación afectiva”.

Desarrollo del argumento de Tres sombreros de copa

La obra se encuentra dividida en tres actos. El preludio muestra un matrimonio desigual muy próximo a ocurrir, entre un ambicioso empleado pobre dispuesto a aceptar las imposiciones de las costumbres burguesas y una joven rica de clase alta. De esta manera, el protagonista (Dionisio) espera asegurar la estabilidad económica y la tranquilidad para el resto de su vida tras siete años de noviazgo.

Acto I

En el primer acto, Dionisio se hospeda en un pequeño hotel de provincia en el día anterior a su boda junto con Margarita, la hija de don Sacramento. En el instante en el cual don Rosario —el dueño del hostal— le muestra la habitación. Posteriormente irrumpe Paula, una hermosa bailarina que forma parte de una compañía de revistas. Ella, inicialmente, quería chantajearlo a través del negro Buby. Pero Paula confunde a Dionisio con un malabarista porque justo él se está probando los sombreros de copa para la ceremonia cuando ella aparece. Después el resto de las chicas de la compañía entra en escena y Dionisio cede ante la insistencia Paula de invitarlo a una fiesta que arranca con desenfreno en la habitación contigua.

Frase de Miguel Mihura.

Acto II

El segundo acto comienza con Dionisio (ya con unos tragos encima) muy feliz en medio de la fiesta. Simultáneamente se desarrolla un conflicto entre Paula y varios de los miembros de la compañía. Esto se aprecia especialmente cuando ella se besa con Dionisio y luego hacen planes para irse juntos. A decir verdad, Paula también tiene sus propios anhelos de liberarse de su dura cotidianidad como bailarina.

Acto III

En el tercer acto toda la ilusión de Dionisio y Paula se va disipando cuando aparece don Sacramento. Él llega para reprender a su futuro nuero por no haber contestado las numerosas llamadas telefónicas que Margarita le hizo durante toda la noche. En ese momento Paula entiende que Dionisio no es un malabarista, pues en realidad tiene un matrimonio en puertas y toda una vida planificada.

Dionisio expresa con claridad que no desea casarse. Pero Paula lo ayuda a vestirse y le entrega un cuarto sombrero (más adecuado, según el criterio de la muchacha) que utilizaba para bailar al charlestón. Al final, Dionisio se va guiado por don Rosario mientras saluda a la bailarina que se queda contemplando los otros tres sombreros de copa… los cuales arroja al viento con un grito.

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