Los mejores libros de misterio
Frase de Edgar Allan Poe.
Los libros de misterio no representan un género literario en el sentido estricto del término. Si bien los títulos más conocidos con este calificativo pertenecen a las novelas detectivescas, los textos de naturaleza surrealista también deben tenerse muy en cuenta. Tampoco pueden obviarse los clásicos de ciencia ficción protagonizados por figuras terroríficas (Drácula, de Bram Stoker, por ejemplo).
Por lo general, los textos en los cuales el lector no sabe bien qué está sucediendo resultan sumamente adictivos. Es más, la mayoría de los autores superventas de la historia han sido expertos en construir intrincados misterios. Tal es el caso de las plumas inmortales de Edgar Allan Poe o de Agatha Christie. En épocas más recientes, destacan Stephen King, Stieg Larsson y Dan Brown, entre otros.
Los mejores libros de misterio
A continuación se muestra una selecta lista de obras literarias de misterio:
El gato negro (1843), de Edgar Allan Poe
A Poe se le considera un pionero dentro de distintos géneros literarios, especialmente, en la novela detectivesca y en el relato corto. Igualmente, con El gato negro este escritor estadounidense demostró su genialidad en el manejo del terror psicológico. Esa mezcla magistral de horror más perturbación mental resultó en uno de los cuentos más aterradores de todos los tiempos (sino el que más).
Sinopsis
La cotidianidad doméstica de un joven matrimonio y su mascota (un gato negro) transcurre con total tranquilidad. Pero la armonía del hogar comienza a alterarse porque el esposo cae en las garras del alcohol. Por consiguiente, este hombre desarrolla síntomas de demencia sádica en la misma proporción que se exacerba su adicción y comienza a sentirse perseguido.
El peligroso cuadro paranoico del protagonista desemboca en el homicidio del felino. Eventualmente, se produce el retorno de una paz meramente transitoria. Pues, la aparición de un segundo gato vuelve a desquiciar al protagonista. La consecuencia final es un desenlace realmente espantoso y sorprendente.
Drácula (1897), de Bram Stoker
Contexto e influencia en la cultura contemporánea
El influjo del vampiro más famoso del mundo ha trascendido desde la época de la publicación de esta novela epistolar hasta hoy en día. Esto es evidente debido a las innumerables adaptaciones teatrales, cinematográficas y televisivas de la leyenda del conde transilvano. Cabe destacar, Stoker no inventó el mito.
Al parecer, el autor irlandés se inspiró a escribir la historia después de una conversación con un destacado intelectual húngaro, Arminius Vámbéry. Quien le describió a un tal Vlad Drăculea, que no guarda relación con Vlad III, príncipe de Valaquia durante el siglo XV. Aunque, Stoker se basó varios rasgos de Vlad III —conocido como “el empalador”— para construir su personaje chupasangre.
Sinopsis
Jonathan Harker, un joven abogado británico, llega al castillo del conde Drácula en Transilvania. Al principio, el jurista es recibido como huésped, pero es apresado luego de descubrir la naturaleza despiadada de su anfitrión. Al poco tiempo, Drácula viaja a Londres metido en una caja con tierra transilvana. En la capital británica comienza a coleccionar víctimas y a convertir damiselas en vampiresas.
Entre ellas, Lucy, la prometida de Harker. Este último a duras penas logra escapar del castillo del conde. Por esta razón, aparece en escena el doctor Van Helsing junto a sus ayudantes con la misión de matar al vampiro. No obstante, Drácula logra escapar de Londres y volver a su tierra natal, en donde es finalmente ejecutado tras una larga y terrorífica persecución.
Diez negritos (1939), de Agatha Christie
Probablemente, And Then There Were None (Y no quedó ninguno – título original en inglés) es la obra más elaborada y emocionante de Agatha Christie. De hecho, Diez negritos es, hasta la fecha, el libro más vendido de la escritora inglesa (más de 100 millones de unidades). Esto es mucho decir dentro de la trayectoria literaria de una autora considerada precursora del género detectivesco.
Argumento y sinopsis
Agatha Christie
Ocho personas aceptan una invitación irresistible para pasar unas vacaciones en la hermosa isla del Negro (nombre ficticio), en la costa de Inglaterra. Se trata de un paisaje de ensueño dominado por una gran mansión de dueño desconocido en medio de un islote. Al llegar, los convidados no son recibidos por los anfitriones —Mr. y Mrs. Owen— sino por sus amables criados (el matrimonio Rogers).
Seguidamente, los huéspedes consiguen en la pared de sus respectivas habitaciones una transcripción de la canción “Diez Negritos”. Más tarde, durante la cena los comensales observan diez figuras de porcelana (negritos) en el mesón del comedor. Asimismo, se reproduce una cinta que acusa a todos los presentes —incluyendo a los sirvientes— de haber cometido algún crimen en el pasado.
Y no quedó ninguno…
Una a una las personas en la casa van siendo aniquiladas por un asesino sigiloso. A la par de cada muerte, desaparece uno de los negritos de porcelana. Cuando la trepidante y estresante acción se acerca a la resolución, los sobrevivientes ya tienen claro que el homicida se encuentra entre ellos. Sin embargo, es una noche tormentosa… nadie puede escapar de la isla.
La niebla (1980), de Stephen King
The Mist —título original en inglés— es una de las obras más emblemáticas del “maestro del terror” del siglo XX, Stephen King. De entrada, el lector de esta novela es enganchado con la descripción de una niebla espesa que cubre la localidad de Brigton, Maine, EE. UU. Dicho fenómeno atmosférico ocurre durante una mañana posterior a una intensa tormenta eléctrica nocturna.
Además, la escasa visibilidad derivada de la neblina trajo consigo la aparición de unas criaturas monstruosas que atacan a la gente en su casa. En ese contexto, los controvertidos y perturbados protagonistas de esta historia permanecen refugiados en el interior de un supermercado. Allí, comienzan a dilucidar que tal vez el origen de los monstruos pudo haber sido un experimento militar fallido.
Los hombres que no amaban a las mujeres (2005), de Stieg Larsson
Este libro es el primero de la aclamada trilogía Millenium (publicada post mortem) del escritor sueco Stieg Larsson. Es una novela negra protagonizada por el periodista Mikael Blomkvist, quien se encuentra acusado de difamar al magnate Hans-Erik Wennerström. Entonces —aprovechando la difícil coyuntura— Henrik Vanger (un importante empresario sueco) le ofrece un pacto al periodista.
A cambio de datos relevantes sobre Wennerström, Mikael debe elaborar un libro genealógico de los Vanger. Adicionalmente, Blomkvist tiene que resolver la desconcertante desaparición en 1966 de Harriet, la sobrina de Henrik. A medida que el periodista avanza en su investigación se revelan algunas evidencias del rastro Harriet y del pasado nazi de algunos miembros de la familia Vanger.
El código Da Vinci (2003), de Dan Brown
Este título significó un punto de inflexión en la carrera del escritor estadounidense Dan Brown. Su contenido generó bastante polémica a causa de sus pasajes sobre el Santo Grial y el Opus Dei. Específicamente, las afirmaciones del texto sobre el rol de María Magdalena dentro del Cristianismo causaron el repudio de la Iglesia Católica.
Las mencionadas circunstancias aumentaron significativamente la curiosidad del público hacia esta obra. Actualmente, es uno de los libros más vendidos del nuevo milenio a nivel internacional gracias a sus más de 80 millones de copias comercializadas. Como si eso fuese poco, el doble ganador del Premio Oscar, Tom Hanks, encarna al protagonista en la adaptación cinematográfica.
Argumento
El texto narra la investigación de Robert Langdon —profesor de Harvard experto en iconografía teológica— en torno al extraño asesinato de Jacques Saunière, conservador del museo del Louvre. Su aliada en este caso es la agente francesa Sophie Neveu, sobrina del occiso.
Juntos vivirán una vertiginosa travesía desde París hasta Londres en busca de respuestas. No obstante, mientras más cerca se encuentran de resolver todos los enigmas planteados, las amenazas se vuelven más peligrosas. El motivo: el secreto por revelar tiene el poder de desencadenar un sisma en toda la concepción de la historia del cristianismo.
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