Emily Dickinson: poemas

Frase de Emily Dickinson

Frase de Emily Dickinson

Emily Dickinson (1830-1886) fue una poetisa estadounidense considerada como una de las más importantes representantes de este género literario a nivel mundial. Mientras vivió, pocos conocieron su talento como escritora, solo familiares y amigos cercanos. Tras su muerte y el descubrimiento de sus manuscritos por parte de su hermana, comenzaron las publicaciones de sus casi 1800 poemas.

Al poco tiempo, Emily Dickinson pasó del anonimato a ser una figura relevante del mundo poético. Sus cartas y poemas son un reflejo de su existencia, contienen las historias de sus amores, amistades, de muchas de las diversas circunstancias que vivió. En la organización y difusión de su legado poético destacaron Lavinia Dickinson, Mabel Loomis Todd, Thomas Higginson, Martha Dickinson Bianchi y Thomas H. Johnson.

Poemas de Emily Dickinson

Cuando cuento las semillas

Cuando cuento las semillas

sembradas allá abajo

para florecer así, lado a lado;

 

cuando examino a la gente

que tan bajo yace

para llegar tan alto;

 

cuando creo que el jardín

que no verán los mortales

siega el azar sus capullos

y sortea a esta abeja,

puedo prescindir del verano, sin queja.

Raja la alondra —y encontrarás la música—

bulbo tras bulbo, bañada en plata,

apenas entregada a la mañana de estío

guardada para tu oído cuando el laúd sea viejo.

Podría estar más sola sin mi soledad…

Podría estar más sola sin mi soledad,

tan habituada estoy a mi destino,

tal vez la otra paz,

podría interrumpir la oscuridad

y llenar el pequeño cuarto,

demasiado exiguo en su medida

para contener el sacramento de él,

no estoy habituada a la esperanza,

podría entrometerse en su dulce ostentación,

violar el lugar ordenado para el sufrimiento,

sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,

que conquistar mi azul península,

perecer de deleite.

Certidumbre

Yo jamás he visto un yermo

y el mar nunca llegué a ver

pero he visto los ojos de los brezos

y sé lo que las olas deben ser.

 

Con Dios jamás he hablado

ni lo visité en el Cielo,

pero segura estoy de adónde viajo

cual si me hubieran dado el derrotero.

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El agua se aprende por la sed.

La Tierra —por los Océanos atravesados.

El Éxtasis —por la agonía—

La Paz —la cuentan las batallas—

El Amor, por el Hueco de la Memoria.

Los Pájaros, por la Nieve.

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Si el Valor te abandona—

Vive por encima de Él—

A veces se apoya en la Tumba,

Si teme desviarse—

 

Es una postura segura—

Nunca se equivocó

En esos brazos de Bronce—

Ni el Mejor de los Gigantes—

 

Si tu Alma tiembla—

Abre la puerta de la Carne—

La Cobarde necesita Oxígeno—

Nada más—

Que yo siempre amé

Que yo siempre amé

yo te traigo la prueba

que hasta que amé

yo nunca viví —bastante—

 

que yo amaré siempre

te lo discutiré

que amor es vida

y vida inmortalidad

 

esto —si lo dudas— querido,

entonces yo no tengo

nada que mostrar

salvo el calvario

Breves datos biográficos de la autora, Emily Dickinson

Nacimiento y orígenes

Emily Elizabeth Dickinson nació 10 de diciembre de 1830 en Amherst, Massachusetts. Sus padres fueron Edward Dickinson —un reconocido abogado— y Emily Norcross Dickinson. En Nueva Inglaterra, su familia gozó de renombre y respeto pues sus ascendientes fueron notables educadores, políticos y juristas.

Último retrato de Emily Dickinson

Último retrato de Emily Dickinson

Tanto su abuelo —Samuel Fowler Dickinson— como su padre hicieron vida política en Massachusetts. El primero fue juez del condado de Hampton por cuatro décadas, y el segundo, representante del Estado y senador. En 1821, ambos fundaron el instituto educativo privado Amherst College.

Hermanos

Emily fue la segunda hija del matrimonio Dickinson; el primogénito fue Austin, quien nació en 1829. El joven recibió educación en Amherst College y se graduó de abogado en la Universidad de Harvard. En 1956, Austin contrajo matrimonio con una amiga de su hermana, Susan Huntington Gilbert. Esta última se mantuvo muy cercana a Emily, fue su confidente y musa de muchos de sus poemas.

En 1833 nació la hija menor del matrimonio Dickinson, Lavinia —Vinnie—, fiel compañera de Emily a lo largo de su existencia. Gracias a Vinnie —admiradora profusa de su hermana— se tiene información concisa sobre la escritora. De hecho, fue Lavinia quien ayudó a Emily a mantener su estilo de vida en aislamiento y soledad, además, fue de las pocas personas que conoció su trabajo poético en esa época.

Estudios realizados

En 1838, el Colegio Amherst —que era sólo para hombres— permitió la inscripción de féminas en la institución. Fue así como Emily ingresó, dos años después, a dicho centro educativo, lugar donde recibió una completa formación. Entre las áreas de aprendizaje, destacó en literatura, historia, geología y biología, mientras que las matemáticas le resultaron complicadas.

Asimismo, en dicha institución aprendió varios idiomas, de entre los cuales destacan el griego y latín, lenguas que le permitieron leer importantes obras literarias en lengua original. Por recomendaciones de su padre, estudió alemán con el rector de la academia. Como actividades extracurriculares, recibió clases de piano con su tía, además de canto, jardinería, floricultura y horticultura. Estos últimos oficios calaron tan hondo en ella que los practicó toda su vida.

Personajes significativos para Dickinson

A lo largo de su vida, Dickinson conoció a personas que la introdujeron a la lectura, marcándole así positivamente. Entre ellos sobresalen su mentor y amigo Thomas Wentworth Higginson, B. F. Newton y el reverendo Charles Wadsworth. Todos mantuvieron una estrecha relación con la poeta, y muchas de sus famosas cartas —donde reflejó sus vivencias y estados de ánimo— fueron dirigidas a ellos.

Muerte

Con un cuadro crónico de padecimiento renal (nefritis, según expertos) y tras una depresión producto de la muerte de su sobrino menor, la poetisa falleció el 15 de mayo de 1886.

Poesía de Dickinson

Temática

Dickinson escribió sobre lo que conocía y las cosas que le inquietaban, y, de acuerdo a la trama, agregaba toques de humor o ironía. Entre los temas presentes en sus poemas están: la naturaleza, el amor, la identidad, la muerte y la inmortalidad.

Estilo

Dickinson escribió muchos poemas breves con un solo hablante, refiriéndose al “yo” (no siempre el autor) regularmente en primera persona. Al respecto expresó: “Cuando me declaro, como Representante del Verso, no significa yo, sino una supuesta persona” (L268). Asimismo, pocos de sus trabajos tienen título; tras ser editados, algunos fueron identificados por sus primeras líneas o números.

Publicaciones de los poemas de Dickinson

Poemas publicados en vida

Mientras la poetisa estuvo viva, solo unos pocos de sus escritos salieron a la luz. Algunos de ellos fueron publicados en el diario local Springfield Daily Republican, dirigido por Samuel Bowles. Aún se desconoce si Dickinson dio la autorización para su presentación; entre ellos están:

  • “Sic transit gloria mundi” (20 de febrero de 1852) con título “A Valentine”
  • “Nadie conoce esta pequeña rosa” (2 de agosto de 1858) con título “Para la señora, con una rosa”
  • “Probé un licor que nunca se elaboró” (4 de mayo de 1861) con título “The May-Wine”
  • “Safe in their Alabaster Chambers” (1 de marzo de 1862) con título “The Sleeping”

De las publicaciones hechas en el Springfield Daily Republican, una de las más significativas fue “Un compañero estrecho en la hierba” —el 14 de febrero 1866—. Dicho texto fue considerado entonces una obra maestra. Sin embargo, este no contó con la autorización de la poeta para su divulgación. Se alegó que le fue arrebatado sin consentimiento por alguien de confianza, y se especula que fue Susan Gilbert.

Poemas (1890)

Emily Dickinson y Kate Scott Turner (foto de 1859)

Emily Dickinson y Kate Scott Turner (foto de 1859)

Luego de que Lavinia descubriera cientos de poemas de su hermana, decidió publicarlos. Para ello buscó ayuda Mabel Loomis Todd, quien se encargó de la edición del material conjuntamente con junto TW Higginson. Los textos tuvieron variados cambios, como la incorporación de títulos, aplicación de puntuación y en algunos casos se afectaron vocablos para dar sentido o rima.

Después del éxito de esta primera selección, Todd y Higginson publicaron otras dos antologías con el mismo nombre en los años 1891 y 1896.

Cartas de Emily Dickinson (1894)

Es una recopilación de misivas de la poeta —para familiares y amigos—. La obra fue editada por Mabel Loomis Todd con ayuda de Lavinia Dickinson. Este trabajo constó de dos volúmenes con cartas selectas que mostraban tanto el lado fraternal como el amoroso de la poetisa.

The Single Hound: Poems of a Lifetime (El sabueso solo: poemas de toda una vida, 1914)

Es la primera publicación de un grupo de seis poemarios editados por su sobrina Martha Dickinson Bianchi. Ella decidió seguir con el legado de su tía, para ello usó los manuscritos que heredó de Lavinia y Susan Dickinson. Estas ediciones las realizó con sutileza, sin alterar la rima y sin identificar los poemas, por lo tanto, fueron más cercanos a los originales.

Las otras recopilaciones de Martha Dickinson Bianchi fueron:

  • La vida y las cartas de Emily Dickinson (1924)
  • Los poemas completos de Emily Dickinson (1924)
  • Otros poemas de Emily Dickinson (1929)
  • The Poems of Emily Dickinson: Centenary Edition (1930)
  • Poemas inéditos de Emily Dickinson (1935)

Bolts of Melody: Nuevos poemas de Emily Dickinson (1945)

Después de décadas de su última publicación, Mabel Loomis Todd decidió editar los poemas que aún le quedaban de Dickinson. Inició este proyecto motivada por el trabajo hecho por Bianchi. Para ello, contó con el apoyo de su hija Millicent. Aunque lamentablemente no vivió para ver culminado su objetivo, su heredera lo terminó y lo publicó en 1945.

The Poems of Emily Dickinson (1945)

Editado por el literato Thomas H. Johnson, contienen todos los poemas que habían salido a la luz hasta ese momento. En este caso, el editor trabajó directamente en los manuscritos originales, haciendo uso de una precisión y un cuidado excepcionales. Luego de una ardua labor, ordenó cronológicamente cada uno de los textos. Aunque ninguno tenía fecha, se basó en los cambios de la autora en la manera de escribir.



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