La elegancia del erizo
Publicada en 2006, L’Élégance du hérisson —La elegancia del erizo— es una novela de la autora de nacionalidad francesa, Muriel Barbery. Se trata de un libro aclamado por la crítica y por el público en general. Asimismo, el título ha recibido más de 30 ediciones, superado el millón de copias vendidas y adaptado exitosamente a la gran pantalla (Le hérisson, 2009).
Contiene una historia profunda, muy reflexiva y bastante común en el mundo digitalizado del siglo XXI. Si bien la superficialidad es el tema más palpable en la trama, Barbery reflejó una gran cantidad de mensajes en su narración. Los cuales, invitan al lector a prestarle atención a los pequeños detalles de la vida, esos que hacen valioso cada día.
Sobre la autora, Muriel Barbery
Muriel Barbery nació el 28 de mayo de 1969, en Casablanca, Marruecos. Inició su carrera en la Universidad de Borgoña, donde impartió clases de Filosofía; posteriormente trabajó en Saint-Lò. Su primer libro fue lanzado durante el año 2000, Une gourmandise (Una golosina), con el cual, obtuvo una buena acogida entre los lectores y notables números comerciales (traducido a doce lenguas).
En 2006, Barbery se consagró definitivamente con la publicación de La elegancia del erizo, una obra que evidencia la vasta formación filosófica. La difusión de la novela llego a tal nivel, que estuvo 30 semanas consecutivas en el primer lugar de ventas en Francia. Su tercera novela apareció en 2015, La vie des Elfes (La vida de los elfos) y se ha anunciado una continuación del libro, Un país extraño.
Argumento de La elegancia del erizo
La novela tiene dos protagonistas femeninas venidas de contextos diferentes, pero unidas por una circunstancia (sensación) en común: la desesperanza. La primera es Renée Michel, una viuda parisina amargada de apariencia ordinaria y actitud (supuestamente) indiferente. No obstante, en el fondo ella es una apasionada de las artes, la literatura y la filosofía, aunque prefiere fingir ser “común y corriente”.
Renée trabaja de portera en un condominio. Allí vive la familia acomodada del otro personaje principal, Paloma Josse. Una preadolescente de 12 años de intelecto vivaz, aburrida de la rutina de sus padres e interesada en escribir sobre teorías existenciales. En realidad, la muchacha se percibe a sí misma como un alma extraña, por ello, decide suicidarse el 16 de junio, cuando cumple 13 años.
Sensibilidad y aislamiento
Al comienzo de la historia, Renée y Paloma desean, ante todo, pasar desapercibidas. Por un lado, la portera teme que se descubra cuánto conocimiento cultural posee, pues (cree) no le correspondería a una persona en su posición. Por otra parte, la chica considera absurdos los valores y el comportamiento de las personas de la clase social a la cual pertenece.
Estructura y resumen de la obra
La novela consta de 364 páginas. El hilo narrativo se encuentra organizado a manera de doble diario de las protagonistas. Cuenta con capítulos intercalados de los textos de cada una. A su vez, las secciones correspondientes a Paloma se separan en dos grupos: reflexiones profundas en torno conceptos espirituales y observaciones referentes al esplendor de la realidad física.
La elegancia del erizo está estructurada en cuatro partes bien diferenciadas, descritas a continuación:
Marx preámbulo
Es la primera parte de la novela. En esta etapa las protagonistas no tienen trato entre ellas. Cada una vive sumergida en sus propias deliberaciones sobre el sentido de la vida y la filosofía que podrían aplicar para sobrevivir. Como forma de reclamo ante la superficialidad de su entorno (especialmente por su padre y hermana), Paloma planea incendiar su casa (sin nadie adentro) y suicidarse.
Ambas llevan una cotidianidad vacía y asocial en sus respectivos contextos, simulando ser apáticas con todo lo demás mientras lidian con sus desánimos particulares. Sin saberlo, ellas coinciden en su simpatía por la cultura del lejano oriente. Eventualmente, tras la muerte de uno de los inquilinos del inmueble, aparece un personaje que facilitará el acercamiento entre Renée y Paloma.
De gramática
Es la segunda parte del libro, cuando Renée y Paloma se descubren la una a la otra. El personaje catalizador de la amistad es Kakuro Ozu, un señor japonés muy adinerado y bastante culto. Sus ideas les parecen interesantes a Renée y a Paloma, con quienes entabla una buena amistad y comparte sus pensamientos.
Debido al nombre del gato de Renée —León, en honor a Tolstói— Ozu intuye la cualidad erudita de la portera. Al mismo tiempo, Paloma también tiene sospechas similares y las comparte con el nuevo inquilino. Entonces —en la secuencia que le da el título al libro— Paloma compara a Renée con un erizo. Porque la cubierta espinosa del equinodermo esconde un interior noble y elegante.
La cena
El señor Kakuro convence a Renée de ir a cenar a un lujoso restaurante, allí termina de confirmar las maravillosas capacidades intelectuales de la viuda. Mientras tanto, la amistad entre Paloma y Renée se fortalece, favorecida por el impulso constante de la muchacha de escapar de su casa y a la complicidad surgida entre ambas.
Surge así una sólida amistad entre los tres personajes, basada en un intercambio constructivo de conocimientos. Poco a poco la portera y la chica van transformando su concepción sobre la vida, aprendiendo a apreciar esas pequeñas cosas que le añaden sabor a cada instante.
Lluvia de verano
Después de un par de citas más, la portera queda cautivada con el japonés, quien le ofrece su amistad sincera y se ofrece para “todo lo que queramos”. Por consiguiente, Renée se siente muy afortunada de haber conseguido a alguien tan maravilloso. La otrora empleada malhumorada ahora irradia alegría.
Al día siguiente de su última cita, Renée acude en auxilio un indigente (visitante ocasional del condominio) que iba a ser atropellado. Ella logra salvarlo, pero es atropellada y muere. Al enterarse, Paloma se lamenta desconsolada y cambia sus intenciones suicidas.
Paloma
La sorpresiva tragedia hace reflexionar a Paloma sobre la infalibilidad de la muerte… tarde o temprano les llega a todos, quieran o no. En consecuencia, la muchacha comprende la importancia de disfrutar su existencia porque nada dura para siempre. Lo verdaderamente relevante es compartir y atesorar momentos con las personas amadas.
Análisis
Deliberaciones profundas
Los personajes creados por Muriel Barbery en La elegancia del erizo abordan apasionadas conversaciones filosóficas y aventuras de todo tipo. Se detallan temas como la estética, la creatividad, el arte, el equilibrio y la literatura. Adicionalmente, son particularmente notables las comparaciones entre la cultura occidental (llena de contradicciones) y la oriental (más armoniosa).
En complemento, en la obra de Barbery se trata con desprecio a la frivolidad e hipocresía de las sociedades actuales. En conjunto, son sentimientos que usualmente producen aislamiento psicosocial y frustración en personas muy empáticas o sensibles a su entorno. De todas maneras, esas superficialidades carecen de peso ante la belleza de “perseguir instantes que mueren”.
La vida merece ser vivida
Esa es la reflexión final de Paloma. La tragedia es un maestro del cual hay que aprender. A pesar de todas las experiencias dolorosas y el pesimismo, es posible sobreponerse. Una rutina corrosiva para el alma puede ser cambiada por una existencia abocada hacia una existencia llena de dicha. Solo basta con reconocer la preciosidad de los pequeños placeres de la vida contenidos en cada momento.
Ningún instante es intrascendente. Tal como lo expresa Renée en el siguiente segmento:
“Quizá los japoneses sepan que solo se saborea un placer porque se sabe que es efímero y único y, más allá de ese saber, son capaces de construir con ello sus vidas”.
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