Los Pazos de Ulloa
Junto a Leopoldo Alas Clarín y Benito Pérez Galdós, la condesa Emilia Pardo Bazán es una figura emblemática del Realismo literario español del siglo XIX. Asimismo, la escritora gallega es considerada una de las precursoras del Naturalismo en la nación ibérica. Dicha aseveración se basa sustancialmente en las características estilísticas palpables en obras como Los Pazos de Ulloa.
El protagonista de esta novela es Julián Álvarez, un clérigo recién graduado que es encargado de cumplir funciones de capellán en Los Pazos. Allí, se encuentra con Don Pedro Moscoso, alias el Marqués de Ulloa, el habitante más donairoso de esa parroquia en donde impera el desorden. El enredo surge cuando el joven sacerdote se enamora en secreto de Marcelina, la prometida del Marqués.
Análisis de Los Pazos de Ulloa
Planteamiento
Don Pedro Moscoso es el máximo regente de Los Pazos. Este es un pueblo desgobernado sumido en la desidia en donde las autoridades suelen robarse impunemente los impuestos gracias a la indolencia del Marqués. Por consiguiente, la llegada de un joven capellán encomendado a corregir la administración de la parroquia es vista con evidente recelo.
Elementos del naturalismo presentes en la obra
- El desarrollo de la trama coloca a los personajes como presas de los azares del destino, con exiguo margen para reaccionar cuando surgen circunstancias indeseadas;
- Los protagonistas están a merced de su entorno;
- El (decadente) ambiente influye de forma sustancial en la degradación y la ignorancia de los pobladores;
- Determinismo social: la cuna resulta ser crucial para el curso de los acontecimientos a la par de la evolución de una amplia variedad de personajes;
- La gran mayoría de los integrantes del relato son seres faltos de autocontrol y sentido común, incapaces de contener sus instintos básicos y sus pasiones;
- Uso de un lenguaje sumamente descriptivo junto con ciertos coloquialismos;
- Empleo de un estilo narrativo carente de estética habitual de los escritos tradicionalmente creados para la aristocracia.
Personajes principales
Julián Álvarez
Es un párroco recién egresado del seminario que ha sido enviado a los Pazos con el fin de encargarse de la regencia de la hacienda y de la cristianización de sus pobladores. Nada más llegar, es tratado con descortesía y rudeza, lo cual, choca frontalmente con los modales refinados y un tanto amanerados del clérigo.
En cualquier caso, su carácter bondadoso, educación y serenidad no impiden que eventualmente se vea envuelto en los turbios acaecimientos suscitados en ese lugar. Adicionalmente, el joven sacerdote no puede evitar enamorarse (de una forma muy pura) de Nucha (Marcelina), destinada a ser la esposa del Marqués de Ulloa.
Don Pedro Moscoso
Es el propietario de Los Pazos. Si bien no posee un verdadero título nobiliario, hace que los habitantes lo llamen “Marqués”. Es un hombre fornido de 30 años, con modos groseros, misóginos e indisimuladamente déspotas dentro de sus tierras. Es más, bajo su punto de vista, la descortesía es una conducta perfectamente adecuada para la patética moralidad reinante en ese contexto rural.
Primitivo
Es el artero, huraño y calculador lacayo del Marqués. Ciertamente, es quien mueve veladamente los hilos de una comunidad sumida en una desorganización muy conveniente para sus intereses. A pesar de ser analfabeto, es muy astuto y ambicioso. De hecho, tiene el plan oculto de convertir a su nieto —que es el hijo ilegítimo de su hija y el Marqués— en el dueño de todo el lugar.
Isabel
Es la cocinera de la hacienda, hija de Primitivo y amante de Don Pedro, con quien tiene un hijo ilegítimo, Perucho. Se trata de una mujer bastante maltratada por el Marqués. Empero, ella no es completamente una víctima de la situación, pues aguanta el abuso porque en el fondo desea que su hijo herede la villa y los bienes del Marqués.
Perucho
Es el hijo no reconocido de Don Pedro e Isabel. Si bien posee facciones finas y una naturaleza dulce, siempre anda andrajoso y desaseado. En añadidura, los mayores lo ocupan con encargos —muchos de ellos ilegales— en lugar de darle una educación apropiada. En consecuencia, el confundido muchacho comete numerosos robos y se ve arrastrado por la indecencia imperante en su entorno.
Marcelina
Apodada Nucha, es la distinguida hija del señor Lage comprometida a casarse con Don Pedro. En concordancia con su ascendencia hidalga, demuestra maneras de una dama elegante, serena, sumisa y muy religiosa. Precisamente, su fe la impulsa a apoyarse estrechamente en Julián cuando se hace patente el desprecio de su marido (a pesar de darle una hija).
Sobre la autora, Emilia Pardo Bazán
Doña Emilia Pardo Bazán y de la Rúa-Figueroa nació el 16 de septiembre de 1851, en La Coruña, España. Fue la hija única del conde José Pardo Bazán y Mosquera y de Amalia de la Rúa Figueroa y Somoza (heredó el título nobiliario de su padre en 1890). La futura escritora tuvo una formación privilegiada complementada por un ávido hábito de lectura desde su infancia.
Primeras publicaciones, matrimonio y viajes
Con quince años publicó su primer cuento: «Un matrimonio del siglo XIX». A esa edad, la joven aristócrata ya había demostrado mucho interés por los idiomas y ya hablaba alemán, francés e inglés con fluidez. Asimismo, completó su educación en Madrid, pero, se le impidió entrar a la universidad, puesto que en aquella época solo estaba permitida a los varones.
En el verano de 1868, la escritora —aún adolescente— se casó con José Quiroga y Pérez Deza, un estudiante de derecho de 19 años. Después de la revolución de septiembre de ese año, los recién casados recorrieron Francia e Italia junto a los padres de ella. Durante la travesía Emilia se interesó por leer a grandes autores de esos países en su lengua original.
Vida familiar
Emilia Pardo Bazán y José Quiroga tuvieron tres hijos: Jaime (1876), María de las Nieves (1879) y Carmen (1881). Los cronistas apuntan que fue un matrimonio armonioso. Sin embargo, la unión comenzó separarse en la década de 1900 debido a la posición intelectual de ella. Entre las ideas —algunas muy polémicas para su tiempo— expresadas por la autora a lo largo de su vida, se encuentran:
- Determinismo social;
- Activismo por los derechos de las mujeres y feminismo;
- Antisemitismo (fue particularmente célebre su visión sesgada del caso Dreyfus).
Carrera
Publicado en 1876, Estudio crítico de las obras del padre Feijoo fue el ensayo con el cual Pardo Bazán se dio a conocer como escritora. Ese mismo año publicó Jaime, un poemario editado por Francisco Giner de los Ríos dedicado a su primogénito. Desde entonces, la autora ibérica completó treinta y nueve obras narrativas, más de seiscientos cincuenta cuentos y dieciocho ensayos.
Adicionalmente, de la literata española se han publicado seis discursos y textos para conferencias, cinco poemarios, trece libros de viajes, seis biografías, nueve piezas teatrales, dos textos de cocina, tres epistolarios y una traducción. Varias de esas publicaciones aparecieron luego de su muerte, ocurrida el 12 de mayo de 1921 a causa de una complicación asociada con la diabetes.
Los libros más conocidos de Emilia Pardo Bazán
- La tribuna (1883);
- La cuestión palpitante (1883). Ensayo;
- La dama joven (1885);
- Los Pazos de Ulloa (1886-87);
- Memorias de un solterón (1896);
- Vampiro (1901). Cuento.
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