Elena Bargues. Entrevista con la autora de El encargo del maestro Goya
Fotografía: Elena Bargues, perfil de Facebook.
Elena Bargues, valenciana de nacimiento y afincada en Cantabria, ganó el pasado X Certamen Internacional de Novela Histórica «Ciudad de Úbeda» con El encargo del maestro Goya. Le agradezco muchísimo su tiempo y amabilidad para esta entrevista donde nos habla de ella y de mucho más.
Elena Bargues— Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu nueva novela lleva por título El encargo del maestro Goya. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?
ELENA BARGUES: Se sitúa en Santander en 1810 durante la guerra napoleónica. La trama central es en torno a un cuadro de Zurbarán —Santa Casilda— que el maestro Goya, funcionario de la corte, ordena a una discípula, Marta, falsificarlo y dar el cambiazo a los franceses para que no salga el original de España. En esta aventura se encuentra arropada por sus hermanos, Mercedes y Salvador Velarde.
La idea surgió de la propia historia del cuadro. Desapareció en 1808 del Hospital de la Sangre de Sevilla —junto con sus compañeros, aunque de estos se tuvo noticia—, y no se supo más, hasta 1814, año en el que los funcionarios entraron en el palacio de Madrid para inventariar lo que no se habían llevado los franceses y apareció en la sala de las Chimeneas. Pero el cuadro había perdido diez centímetros de ancho en la aventura. La semilla estaba sembrada.
- AL: ¿Te puedes remontar a ese primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?
EB: Era muy pequeña, pero me acuerdo perfectamente: Celia lo que dice, de Elena Fortún.
En cuanto a lo primero que escribí fue El asalto de Cartagena de Indias. No escribí nada anteriormente, ni relatos ni cuentos; de hecho, no sé escribirlos, tienen otra técnica. Tampoco sentí la necesidad de escribir, ésta ha sido una vocación tardía. Sin embargo, he sido y soy una gran lectora: llevo muchas horas y muchas novelas a la espalda.
- AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
EB: No tengo. Me sería imposible citar a uno. Son muchos los que han dejado poso en el alma. Pero sí te puedo citar dos clásicos: Quevedo y Óscar Wilde, ambos satíricos, rebeldes y de gran ingenio, pero, si sabes leer más allá de las palabras, de una gran sensibilidad y dotes de observación. Siempre descubro algo nuevo.
- AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?
EB: Pues mira, yo creo que don Alonso Quijano, el señor Darcy, el conde de Montecristo y don Juan Tenorio son inolvidables. Han hecho historia sin ser históricos, una buena paradoja.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
EB: Cuando leo, la constatación de los lugares o hechos a los que hace referencia la novela; incluida la biografía del autor. Me parece fundamental saber del autor para comprender su obra y viceversa, así como cuánto hay de verdad. Por esa razón mantengo una página web abierta con mucha información adicional sobre mis novelas, para quien quiera saber más.
A la hora de escribir, ninguna reseñable. Imagino que les ocurrirá a todos los escritores cuando están en plena creación: los personajes saltando por la mente y empujando para salir, las ideas, las conversaciones que mantienen mientras estás haciendo la comida o en la ducha o en la compra. Es algo inevitable.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
EB: Leo en cualquier momento, si puedo. No puede faltar el rato por la noche: es un rito sin el que no puedo dormir.
Para escribir, tengo la suerte de disponer de una habitación para mí sola. En cuanto al horario, de día, y siempre que cuente con más de una hora, en caso contrario, no merece la pena ponerme a la tarea.
- AL: ¿Hay otros géneros que te gusten?
EB: Todos. Pero unos más que otros. Destacaría el histórico, el romántico, el policiaco y el de misterio.
- ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
EB: No sé si querrás saberlo porque estoy en plena documentación para empezar mi nueva novela: Cánovas, de Benito Pérez Galdós. Pero bueno, la última novela, o más bien ensayo, Tras los pasos de Jane Austen, que me dedicó Espido Freire en Úbeda, cuando me entregó el premio a la mejor novela histórica, y no había tenido tiempo de leerla. Es que me traje un montón de libros. Si te animas a ir a Úbeda en los días que se celebra el certamen, lleva buenos dineros, porque la tentación es enorme. Y luego viene el arrepentimiento de no haber comprado alguno más.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?
EB: Una editorial es una empresa, y como empresa está como el resto de empresas españolas: temblando. Si a esto le sumamos la pérdida de lectores por la baja calidad educativa, pues no es una empresa con un futuro halagüeño. Apuestan por lo seguro y no por las nuevas promesas. Es una inversión muy grande sacar adelante a un desconocido, aunque todos soñamos con que nos toque esa lotería.
A mí me decidió lo que a todos: «Y si…»; o «el no ya lo tengo».
- AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?
EB: Ganar el X Certamen Internacional de Novela Histórica «Ciudad de Úbeda» me ayuda mucho, y espero que continúe la buena suerte para avanzar en mi carrera literaria. Confío en lo que escribo y no me desanimo fácilmente. Los lectores que contactan conmigo son la gasolina para seguir adelante. Por otra parte, me gusta y disfruto escribiendo. Si no pudiera publicar, seguiría igualmente. Ya forma parte de mí.
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