Entrevista con Isabel Abenia: «Hay que ser exigente con uno mismo»

Fotografía: Isabel Abenia. Perfil de Facebook.

Isabel Abenia es de Zaragoza, se licenció en Derecho y tiene también estudios de Arte e Historia Medieval. Además de escritora, es pintora. Ha publicado solo tres novelas, todas de género histórico, pero suficientes para hacerse un hueco en los primeros sitios. Su tercer título es La última sibila y antes están El alquimista holandés y Erik el Godo.

Hoy me concede esta entrevista en la que nos cuenta de todo un poco sobre sus autores y libros favoritos, sus lecturas y proyectos, sus costumbres a la hora de escribir o cómo ve el panorama editorial del momento. Le agradezco muchísimo su tiempo, amabilidad y dedicación, así como su participación en esta serie de entrevistas dedicadas a autores de novela histórica que tanto nos están ayudando a conocer de ellos. Y ahora que las repaso veo que es la única autora.

ENTREVISTA A ISABEL ABENIA

  • ACTUALIDAD LITERATURA: ¿Recuerdas el primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?

ISABEL ABENIA: Mi madre me enseñó a leer antes de comenzar a ir al colegio, que en mi época era a los cuatro años. Se trataba de cuentos sencillos de esos que tenían no más de diez o doce páginas con enormes dibujos.

Poco después empecé con libros infantiles de aventuras, las series de Enid Blyton y similares, pero a los ocho o nueve años ya recuerdo haber leído alguna novela, digamos, más seria… lo que no sé decirte es cuál fue la primera. Obviamente no comprendía partes del argumento, pero no abandonaba ningún libro porque era una lectora muy ávida. Como también se me daba bien dibujar, la consecuencia lógica fue que me animase a escribir historietas ilustradas a una edad poco común.

  • AL: ¿Cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?

IA: De niña todo libro impacta, el aprendizaje es constante y la mente se abre a diferentes conocimientos que quedan grabados para siempre. Sin embargo, puedo decir que El nombre de la rosa fue una novela muy especial para mí, quizás porque me hizo plantearme por primera vez la posibilidad de convertirme en escritora.

  • AL: ¿Quién es tu escritor favorito? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.

IA: Me atraen los autores clásicos griegos y romanos, sobre todo Plutarco, al que convertí en uno de los personajes de mi novela La última sibila; del Siglo de Oro español hay muchos que me parecen magníficos, pero siento una gran admiración por Lope de Vega, de quien creo fue verdaderamente el Fénix de los Ingenios.

En cuanto a la literatura de los dos últimos siglos me quedo con la narrativa de Robert Graves, pero también debo citar a Umberto Eco por el peso que tuvo en mí la obra antes mencionada. Últimamente también he disfrutado mucho con la inocencia de los poetas de la época carolingia, entre los que destacaría a Teodulfo de Orleans. Lo cierto es que me gusta un poco de todo y no puedo decir que tenga un escritor favorito.

  • AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?

IA: Guillermo de Baskerville me parece uno de los personajes más interesantes de la Historia de la literatura.

  • AL: ¿Alguna manía a la hora de escribir o leer?

IA: El silencio. Me resulta difícil escribir o leer con sonidos de fondo.

  • AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?

IA: Mi despacho y a primeras horas de la mañana. Antes prefería escribir de noche, quizás porque estaba rodeada de la calma que requiero para hacerlo, pero el paso del tiempo obliga a cambiar algunos hábitos porque cuesta más esfuerzo trasnochar.

  • AL: ¿Qué escritor o libro te ha influido en tu trabajo como autor?

IA: Varios, pero si tengo que nombrar a uno sería Robert Graves. La mezcla de rigor histórico con toques fantásticos y el léxico poético con el que se expresa me resultan una combinación brillante.

  • AL: ¿Tus géneros favoritos además del histórico?

IA: Las obras clásicas de cualquier tipo y los ensayos contemporáneos. Pero en realidad no importa tanto el género como la calidad del escrito.

  • AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

IA: Suelo simultanear varios libros a la vez, de día leo ensayo y de noche novela. En este momento estoy con varias obras de divulgación sobre Babilonia y con un par de novelas de amigos y colegas míos.

  • AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial para tantos autores como hay o quieren publicar?

IA: Considero que se editan demasiados títulos, y la autopublicación empeora todavía más el panorama porque hay exceso de obras que no han pasado ninguna criba. Como en todo, el exceso de oferta vulgariza el producto y mengua su calidad. Hace unos años había mucha joya literaria y ahora hay demasiada bisutería barata, incluso defectuosa en algunos casos.

Estamos convirtiendo el buen hacer en mera afición, es como el resultado del bricolaje casero frente al mueble fabricado por un ebanista virtuoso. Y con esto no quiero decir que no se deba intentar, pero hay que ser exigente con uno mismo y respetuoso con los demás. Existen libros que contienen anacronismos, faltas ortográficas y errores gramaticales, lo que demuestra una ausencia de consideración hacia los lectores.

El problema añadido reside en que algunas obras exquisitas de magníficos autores pierden visibilidad, cada mes hay cientos de lanzamientos y la publicidad de un libro, en el que el escritor ha podido invertir años de su vida, se reduce a apenas dos meses. Pasado este tiempo ya no es novedad y se retira de los escaparates de las librerías.

  • AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para futuras novelas?

IA: Desde mi punto de vista no existe nada positivo en el desastre que estamos viviendo ni en el que nos queda por vivir. La pandemia ha sido un golpe tremendo en todos los ámbitos, una pesadilla que todavía no ha terminado y que acarreará consecuencias nefastas.



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