Las hijas de la villa de las telas
Las hijas de la villa de las telas es la segunda entrega de una trilogía literaria creada por la escritora alemana Anne Jacobs. Fue publicada originalmente en 2015, aunque no sería hasta tres años más tarde que llegaría a las librerías la traducción al castellano. Es un drama histórico que toma sin disimulo los conflictos entre los Crawley y sus sirvientes como su fuente de inspiración. ¿El resultado?, un éxito mayúsculo entre el público y la crítica especializada.
La manera de abordar los relatos en torno a la aristocracia europea de finales del siglo XIX y principios del XX cambió radicalmente a partir de 2010. Ese año se estrenó Downton Abbey, una de las series de televisión británicas más exitosas de toda la historia, creada por el guionista ganador del Premio Oscar, Julian Fellowes. El éxito rotundo de esta producción desmontó un viejo paradigma: (supuestamente) los dramas históricos no venden.
Sobre la autora, Anne Jacobs
Un talento oculto
Nació en 1941, en Baja Sajonia, para ese momento el estado federado más grande de Alemania. La escritora ha sido particularmente celosa con el resguardo de su vida privada, razón por la cual no abundan los detalles. Escasamente se tienen algunas certezas sobre Anne Jacobs. Entre ellas, sus estudios en música e idiomas. Asimismo, durante mucho tiempo se dedicó a la docencia como maestra de secundaria.
La profesión literaria (más no la vocación) le llegó a una edad relativamente avanzada. Sus primeros trabajos se publicaron a finales del siglo XX, cuando decidió dedicarse por completo a las letras. Una veintena de novelas de corte histórico le permitieron obtener independencia económica para solo necesitar escribir. Aunque lejos de cualquier reconocimiento público, pues se valió de varios seudónimos con el objetivo de mantenerse en las sombras.
La villa de las telas, el libro que lo cambió todo
En 2014 se decidió a publicar bajo su nombre real. Lo haría con el primer capítulo de lo que según ha reconocido en diversas entrevistas, siempre estuvo concebido como una trilogía. La villa de las telas resultó un discreto éxito de ventas. No obstante, el título le otorgó a Jacobs un lugar destacado entre los escritores germánicos de la actualidad. Las reseñas de los lectores fueron bastante entusiastas, a pesar de algunos críticos que se limitaron a considerarlo como un libro de “prosa correcta”.
Un año más tarde, se produjo el lanzamiento de Las hijas de la villa de las telas, cuya popularidad convirtió a Anne Jacobs en una autora frecuente entre el público teutón. Con este texto la escritora mostró su habilidad para introducir una ficción en medio de un conflicto histórico real: La Primera Guerra Mundial. Además de crear un elaborado relato coral, el cual —más allá de centrar toda la atención en su protagonista— mantiene una completa uniformidad.
El legado de la villa de las telas: el verdadero antes y después
El cierre de la trilogía se publicó (tanto en alemán como en español) en 2019. Si bien con las entregas previas Jacobs había conseguido un éxito importante fuera de su país, su «consagración “doméstica” no llegó sino hasta El legado de la villa de las telas. Por cierto, el éxito en ventas de esta significó una mayor demanda de sus predecesoras.
Los asiduos lectores de la historia Melzer demostraron agrado con el final. Para ellos, el “llegar tarde” resultó una epifanía. Un relato fresco y entretenido, vasto en recursos y fórmulas ya probadas, pero que no dejan de ser eficientes.
Argumento de Las hijas de la villa de las telas
Una enorme mansión de Augsburgo devenida en hospital de guerra sirve de escenario principal. Una fábrica de telas ocupa la “escena” alterna. Junto con los dramas suscitados entre los personajes —conflictos siempre presentes por antonomasia dentro de las relaciones humanas—, fue ineludible incluir un elemento mayor: La Gran Guerra. Se dio en un contexto donde el calificativo de “Primera Guerra Mundial” no existía realmente, pues durante este conflicto bélico nadie pensaba que habría una secuela.
Entre los encantos del subgénero de ficción histórica está en el refuerzo de la verosimilitud. Por un lado, un hecho “real” e “incuestionable”, del que todos conocen sus resultados (al menos parcialmente). Por el otro, unos personajes con los cuales resulta fácil desarrollar empatía. Entonces, el lector se consigue a una mujer arriesgada, un pretendiente bien parecido y acomodado, una tragedia familiar, deseos de superación… y secretos familiares, grandes y escandalosos.
Análisis
Una mezcla eficiente
La eficiencia y estilo demostrados por Jacobs para mezclar todos estos elementos, son los aspectos diferenciales que hacen especial a su trilogía. Estos factores quedan muy de manifiesto en el capítulo intermedio, Las hijas de la villa de las telas. Para muchos escritores, sobrevivir a las segundas partes no siempre es sencillo. No obstante, Jacobs aprueba con sobresaliente.
No solo potencia el espíritu desarrollado con su primera entrega, ella, también, fiel a la estructura de una trilogía, muestra una habilidad destacable para “oscurecer el firmamento” de sus personajes. El simple hecho de vivir se convierte en una tarea titánica, para la cual el amor (siempre el amor) puede servir tanto de bálsamo como de veneno.
¿Poco original?
En líneas generales, toda la trilogía de La villa de las telas entra dentro de lo que llamaríamos una “novela correcta”. Claro, muy en especial Las hijas de la casa de las telas. Sin embargo, en alguna medida a la escritora se le reclama falta de originalidad. ¿Es esto un problema? La respuesta corta es: no. Pese a la (aparente) ausencia de elementos novedosos y de sorpresas, la historia en ningún momento muestra baches.
Jacobs se adentra en las descripciones de sus personajes y, principalmente, en sus sentimientos. De esta manera, la escritora sajona no solo consigue mantener el interés en la trama, también logra el crecimiento de los protagonistas. Al mismo tiempo, emplea una redacción limpia, notablemente fluida (a pesar de la gran cantidad de datos precisos y de nombres), sin espacio a la confusión.
La historia como telón de fondo
Fiel a su vocación docente, la escritora igualmente aprovecha su relato para dar a conocer a gran parte del público un momento importante de la historia alemana. Claro, no puede calificarse como una novela bélica, sin embargo, Las hijas de la villa de las telas ofrece un panorama de cómo la sociedad germánica, tanto la aristocracia como las castas menos favorecidas económicamente vivieron un conflicto que cambió al mundo para siempre.
Jacobs cree firmemente en los relatos de ficción —en su caso particular, en las novelas de “ficción histórica”— como medios válidos de difusión de algunos hechos a la ciudadanía. Se trata de acontecimientos que marcaron a una generación y transformaron al mundo para siempre. Además, después de leer la trilogía, los lectores quedan con curiosidad por descubrir más detalladamente los sucesos ocurridos durante este período.
Una novela que ha impactado
Los críticos siempre juegan un papel importante al hablar de cualquier manifestación artística. Pero cuando el arte y el comercio van de la mano, como ocurre con la industria editorial, el factor realmente importante es la reacción del público. Por ende, en el caso de Anne Jacobs y Las hijas de la villa de las telas, la respuesta es unísona: es una novela que vale la pena leer.
Las reseñas positivas están además respaldadas por los números de ejemplares vendidos: más de 3 millones de copias en todo el mundo. Por consiguiente, cualquier duda es despejada ante la siguiente premisa: es un éxito literario en todo el sentido de la expresión.
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