Novela realista: qué es y características

Frase de Benito Pérez Galdós.

Frase de Benito Pérez Galdós.

El Realismo en España apareció durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue un movimiento artístico cuya estética estaba circunscrita a (la intención de) mostrar la realidad de forma objetiva. En concordancia, las novelas realistas presentaron contenidos alejados del sentimentalismo omnipresente en los escritores pertenecientes a la corriente predecesora, el Romanticismo.

Y sí, las tendencias literarias antes mencionadas fueron propuestas, además de sucesivas, contrapuestas. Por este motivo, el génesis del Realismo forma parte de la evolución de las propuestas temáticas del período romántico (especialmente del Costumbrismo). Esta transición partió desde las historias dominadas por la subjetividad hacia narrativas en las cuales el contexto histórico y social se volvió más relevante.

La atribución del Realismo francés

Contexto

El destacado economista Enrique Fuentes Quintana (1924 – 2007) explicó en El País (1988) las razones del atraso de España con respecto a países como Inglaterra o Francia tras la I Revolución Industrial. Específicamente, Quintana apuntó a un proteccionismo arancelario excesivo, la falta de una reforma agraria, un mercado interno cautivo, un sector exterior débil e intervencionismo estatal.

Esa coyuntura también dejó rezagada a la nación ibérica en el ámbito artístico-intelectual. Por estas razones, las tendencias vanguardistas surgidas en Europa occidental durante el siglo XIX se manifestaron una o dos décadas después en España. Tal fue el caso del Realismo, emergido en Francia alrededor del año 1840 y que tuvo un influjo innegable en la literatura española a partir de 1850.

Rasgos del Realismo francés

  • Artistas con compromiso social y político;
  • Visiones que buscaban retratar “la esencia percibida ante los ojos” en lugar de una representación mimética del entorno;
  • Rol decisivo de la fotografía en los artistas plásticos;
  • Posturas alejadas de gestos heroicos, teatrales o antinaturales;
  • Rechazo hacia el enfoque neoclásico o romántico (tachado de falso por los artistas e intelectuales realistas).

Principales novelistas del Realismo francés y algunas de sus obras más emblemáticas

  • Stendhal (1783 – 1842): Rojo y negro (1830), La cartuja de Parma (1839);
  • Honoré de Balzac (1799 – 1850): La comedia humana, Las ilusiones perdidas (I, 1837; II, 1839; III, 1843);
  • Gustave Flaubert (1821 – 1880): Madame Bovary (1857), Educación sentimental (1869), La tentación de San Antonio (1874);
  • Émile Zola (1840 – 1902): La taberna (1877), Germinal (1885).

Cabe destacar que Zola es estimado uno de los máximos exponentes del Naturalismo, el cual, a su vez, es visto como parte del Realismo. En este sentido, La Regenta (1885) —considerada la obra más sublime de Leopoldo Alas Clarín— presenta rasgos temáticos y una construcción de personajes bastante influenciados por la obra de los autores mencionados en el apartado anterior.

Igualmente, gran parte de los libros de Benito Pérez Galdós —otro de los “próceres” del Realismo literario español— evidencian el influjo indiscutible de los escritores realistas galos. En complemento, las formas narrativas heredadas del Costumbrismo (las cuales, coexistieron con las del Romanticismo) sirvieron de punto de partida para los literatos realistas.

Sucesos históricos que marcaron el origen del Realismo en España

En el transcurso de las décadas de 1869 y 1870 tuvieron lugar varios eventos trascendentales para la identidad posterior de España como nación. Muchos de esos acontecimientos fueron reseñados o aludidos de forma directa o indirecta por los escritores ibéricos más conocidos de la época. A continuación, se mencionan los eventos más destacados de aquel tiempo:

  • 1865: La revuelta de la Noche de San Daniel (10 de abril) y el levantamiento de los sargentos del cuartel de San Gil (22 de junio);
  • Revolución de 1868 (19 – 28 de septiembre);
  • Sexenio democrático (septiembre de 1868 – diciembre de 1874);
  • Nacimiento y caída de la Primera República (febrero de 1873 – enero de 1874);
  • Restauración borbónica (1874) y promulgación de la Constitución de 1876.

La novela realista española

Leopoldo Alas, Clarín.

Leopoldo Alas, Clarín.

Definición

Es aquella practicada en España en el apogeo del Realismo como movimiento artístico imperante. Por consiguiente, su propósito primordial fue representar el entorno, la sociedad y las costumbres de forma meticulosa y objetiva. Asimismo, se centró esencialmente en retratar la cotidianidad y las vicisitudes de la burguesía durante la segunda mitad del siglo XIX.

La mayoría de los historiadores apunta que los atributos de la novela realista española se consolidaron alrededor del año 1880. En ese momento, novelistas célebres como Juan Varela o Emilia Pardo Bazán —aparte de los aludidos Galdós y Clarín— apostaron por un estilo más crudo y fidedigno. Semejante postura progresista generó el rechazo de los sectores conservadores de la sociedad.

Características

  • Se erigió como una forma de expresión de reclamo y de crítica social;
  • A pesar de ser un movimiento vinculado estrechamente con la sociedad burguesa, la novela realista sirvió para plasmar los anhelos de renovación y de progreso de la población en general;
  • Intención clara de describir el día a día en las calles, sin atenuantes ni frases idealistas;
  • Expone las discrepancias de los políticos, la crisis moral del clero, la falsedad de la sociedad, las relaciones interpersonales y el materialismo de la gente;
  • Construcción de personajes con el perfil psicológico, el físico y las actitudes de una personal común, con sus respectivos defectos y contradicciones. Nada que ver con los héroes y los protagonistas idealizados de los escritores románticos;
  • El narrador sabe cada pormenor relativo a los protagonistas: pasado, traumas, presente, pensamientos y sueños. Los mismos son frecuentemente afectados por el entorno en donde viven y, por ello, usualmente se muestran proclives a la ignominia y al fracaso;
  • Los autores confieren mayor relevancia a las figuras femeninas y a las comunidades por encima de las valoraciones individuales;
  • La crónica imparcial adquiere mucha importancia;
  • Los escritores adquieren el hábito de investigar y documentarse con el fin de elaborar una narración lo más cercana posible a la realidad;
  • El relator presenta los sucesos a modo de testigo, sin dar cabida a su punto de vista y con una perspectiva distante;
  • En paralelo al carácter omnisciente del narrador, el hilo narrativo manifiesta la ironía de algunas situaciones y a busca orientar al lector en algunas (sobre la importancia de algunos acontecimientos y/o personajes, por ejemplo);
  • Diálogos definidos por la intensidad;
  • Uso de un lenguaje preciso, carente de retórica y adecuado para la cultura de cada personaje, por ende, no es ajeno de las expresiones vulgares cuando el contexto lo requiere, a la par de coloquialismos, extranjerismos y modismos;
  • Estructura narrativa lineal, con un inicio y un fin bien delimitados, en donde los saltos temporales ocurren pocas veces (o ninguna). Aunque existe una excepción: el empleo de analepsis para contribuir al entendimiento de una circunstancia del presente;
  • Difusión de las denominadas novelas de tesis, en las cuales, el escritor argumenta la prevalencia de sus ideas con respecto a un tema de dominio colectivo.
  • Los literatos realistas siempre intentaron no dejar pasar detalle alguno en el paisaje y en las ambientaciones interiores (decoración, arquitectura, estética y proporciones de espacio, entre otras). De igual forma ocurrió con los personajes: gesticulación, lenguaje corporal, estados de ánimo, expresividad…

Novelistas emblemáticos del realismo literario español y sus obras más destacadas

Frase de Juan Valera

Frase de Juan Valera

  • Juan Valera (1824 – 1905): Pepita Jiménez (), Juanita la Larga ();
  • Benito Pérez Galdós (1843 – 1920): Doña Perfecta (1876), Fortunata y Jacinta (1886-87), Los Episodios Nacionales (serie de 48 tomos);
  • Emilia Pardo Bazán (1851 – 1921): La tribuna (1883), Los pazos de Ulloa (1886-87), Cuentos de Marineda (1892);
  • Leopoldo Alas – Clarín (1852 – 1901): La Regenta (1884-85), Palique (1894), Adiós, Cordera (novela corta);
  • Vicente Blasco Ibáñez (1867 – 1928): La barraca (1898), La catedral (1903), Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916).


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