Características de la Generación del 98
¿Cómo surgió la llamada Generación del 98? Para encontrar la respuesta es necesario retroceder hasta finales del siglo XIX. Entonces, España era una nación en profunda crisis de identidad nacional, cuyo origen se puede rastrear hasta la invasión napoleónica. Adicionalmente, tras la guerra hispano-estadounidense, el país ibérico perdió sus últimas colonias: Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico.
Ante esa realidad signada por la decadencia política, moral, social y económica, apareció un grupo de hombres muy especial. Se trató de pensadores y escritores nacidos entre las décadas de 1860 y 1870 y, por ende, se encontraban en edad para tomar protagonismo en 1898. De este modo, Unamuno o Azorín y otros más, se plantearon el modo del “ser español” en diversos aspectos de la vida cultural.
Definición
En principio, es necesario explicar cuán problemático ha resultado el uso del término “generación” —bajo un punto de vista estrictamente literario— al momento de agrupar a sus protagonistas. A pesar de esto, los historiadores muestran cierto consenso en torno a Unamuno, Valle-Inclán y Pio Baroja como los personajes más emblemáticos del conjunto.
Mas, ¿cuáles aspectos en común tenían este grupo de hombres de las letras y de la cultura española? A pesar de no ser un tópico muy objetivo, los académicos suelen aludir cuestiones como la amistad existente entre varios de ellos. Igualmente, es innegable la confluencia los integrantes del grupo con respecto al sentimiento nacionalista —y pesimista, a veces— en pro de la moral de España.
El punto de encuentro de estos hombres
La pérdida de las colonias españolas desencadenó rencores y frustraciones entre los escritores noventayochistas. Al parecer, el hecho de perder esos territorios de ultramar ante la nación americana recién formada significó una humillación muy difícil de asimilar. Al mismo tiempo, la diversa obra de estos escritores evidenció su animadversión ante la España conservadora y clerical de esos tiempos.
Otros sentimientos reflejados por los integrantes de la generación fueron el pesimismo y el irracionalismo —probablemente— bajo la influencia de intelectuales como Nietzsche y Schopenhauer. Dicha postura filosófica y moral fue determinante en su acercamiento a la realidad y para el distanciamiento de la propuesta del Realismo (valga la redundancia).
Características de la generación del 98
La temática y los contenidos alejados del Realismo representaron una especie de renovación cercana al Modernismo, aunque con algunos elementos singulares. Si bien las plumas de la generación del 98 no produjeron una literatura homogénea, es posible hablar de una estética noventayochista. Ésta se diferencia de otros movimientos a través de los rasgos descritos a continuación:
- Un móvil que junta a los primeros integrantes, el llamado Grupo de los Tres, conformado por Azorín, Baroja y Maeztu, con manifiesto incluido. Ese motivo se centraba en la regeneración de España y en la búsqueda del modo de hacer resurgir la nación.
- A ese trío de hombres se fueron sumando los demás, suscribiendo la preocupación del reducido grupo. Los nuevos integrantes apostaron por el asunto más determinante: el de la auténtica identidad española, contra las clases poderosas y enriquecidas que dejaban a la España verdadera al margen.
- La Generación del 98 se constituye así en un grupo de hombres congregados en torno a la palabra como gran mecanismo regenerador de la nación. Así es como la literatura de la agrupación aglutinó tan diversas ideas, estéticas y géneros literarios.
- Otro signo distintivo de esta generación fue la transgresión en contra los mismos géneros literarios establecidos.
Los máximos exponentes de la Generación del 98
José Martínez Ruiz “Azorín” (1863 – 1967)
El novelista, poeta, cronista, ensayista y crítico literario cuyo pseudónimo fue “Azorín” fue el primero en utilizar la denominación de “generación del 98”. El literato monovero —impulsado por su fuerte patriotismo— también tuvo una vida muy activa en la política. Por ello, no sorprende que gran parte de sus creaciones se dediquen a explorar el tema de la cultura española.
Obras más notables
- El alma castellana (1900)
- La voluntad (1902)
- Antonio Azorín (1903)
- Las confesiones de un pequeño filósofo (1904)
- Una hora de España 1560 – 1590 (1924).
Miguel de Unamuno (1864 – 1936)
El rector de la Universidad de Salamanca fue un cultivador de diversos géneros literarios y de una pluma reconocida desde su génesis hasta la actualidad. De hecho, el filósofo y literato vasco exploró a profundidad la denominada “nivola”. Ésta puede describirse de la siguiente manera: una ficción narrativa alejada del estilo realista, con protagonistas planos y un desarrollo apresurado.
Los rasgos literarios mencionados son evidentes en Amor y pedagogía (1902), Niebla (1914), Abel Sánchez (1917) y La Tía Tula (1921). Otras obras muy reconocidas del autor bilbaíno han sido Vida de Don Quijote y Sancho (ensayo – 1905), El Cristo de Velásquez (poesía – 1920) y San Manuel Bueno, mártir (novela – 1930).
Ramón del Valle-Inclán (1866 – 1936)
Ramón María del Valle-Inclán fue un dramaturgo, poeta, novelista, periodista, cuentista y ensayista, cercano al Modernismo y figura clave en la literatura española. El escritor nacido en Villanueva de Arosa se distinguió por el uso de un lenguaje sensorial en combinación con una sátira social picante. Al principio de su trayectoria artística evidenció un estilo influenciado por el simbolismo francés.
Más adelante, el intelectual gallego desarrolló sus novelas y sus obras de teatro bajo una forma que llamó “esperpento” (“personas o cosas horribles o nauseabundas). Entre sus esperpentos más conocidos resaltan Luces de Bohemia (1920) y Los cuernos de Don Frijolera (1920). Del mismo modo, sus novelas La corte de los milagros (1927) y Viva mi dueño (1928) han sido muy elogiadas.
Pío Baroja (1872 – 1956)
Pío Baroja y Nessi fue un gran novelista y dramaturgo de marcado signo pesimista y defensor del individualismo. Sus ideas políticas fueron ambiguas (cambió de parecer varias veces a lo largo de su vida) y, ciertamente, polémicas. Asimismo, su predilección por la novela abierta le hizo ganarse la animadversión de los puristas.
Entre las obras esenciales del autor donostiarra se encuentran:
- Mala hierba (1904)
- El árbol de la ciencia (1911)
- Las noches del buen retiro (1934)
- El cantor vagabundo (1950).
Ramiro de Maeztu (1874 – 1936)
Ramiro de Maeztu y Whitney fue un autor vitoriano que destacó como ensayista, novelista, poeta y en la crítica literaria. También, el escritor ibérico fue un notorio teórico político de su tiempo y un determinado promotor de la noción de “hispanidad”. En concordancia, la parte más estudiada de su obra se centra en dicho concepto, lo cual, es palpable en los siguientes títulos:
- Hacia otra España (1899)
- Don Quijote, don Juan y La Celestina (1926)
- Defensa de la Hispanidad (1934)
Otros miembros destacados de la generación del 98
- Isaac Albéniz (1860 – 1909); compositor y pianista
- Ángel Gavinet (1865 – 1898); escritor y diplomático
- Ramón Menéndez Pidal (1869 – 1968); filólogo, folclorista e historiador
- Ricardo Baroja (1871 – 1953); pintor y escritor.
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