Caperucita Roja
El origen de la versión más conocida de Caperucita Roja se remonta hasta una recopilación de relatos orales de los siglos XVII y XVIII. El primer volumen registrado data de 1697, y se caracteriza por partes de la narración bastante crudas. Más adelante, los hermanos Grimm se encargaron de limar esos detalles crueles, así como los segmentos eróticos incluidos en las versiones primitivas de la obra.
Asimismo, el aristócrata francés Charles Perrault le agregó una moraleja (no considerada hasta entonces) con el objetivo de dejar clara la advertencia a las niñas referente a los peligros de confiar en desconocidos. Los hermanos Grimm también referenciaron el texto escrito por Ludwig Tieck en una segunda compilación titulada Rotkäppchen, publicada en su colección de cuentos Kinder-und Hausmärchen.
Biografía de los hermanos Grimm
Nacidos en el seno de una familia burguesa en Alemania, Jacob (1785-1863) y Wilhelm (1786-1859) fueron los mayores de un total de seis hermanos. Completaron la carrera de Derecho en la Universidad de Marburgo. Allí crearon lazos de estrecha amistad con el poeta Clemens Brentano y del historiador Friedrich Karl von Savigny, amistades que serían claves para sus trabajos recopilatorios.
Brentano además era folclorista, probablemente su influencia fue clave en el criterio de los hermanos Grimm en cuanto a la superioridad de la narrativa popular sobre la literatura culta. Wilhelm Grimm se dedicó principalmente a labores de investigación referentes a la cultura medieval. Por otra parte, Jacob eligió el estudio meticuloso de la filología del idioma alemán.
Se trasladaron a la Universidad de Gotinga en 1829. Luego, a partir de 1840 permanecieron en Berlín como integrantes de la Real Academia de las Ciencias. Aparte de sus reconocidas colecciones literarias, los hermanos Grimm publicaron textos didácticos (pedagógicos) y obras relativas a la investigación lingüística. De hecho, llegaron a ser los precursores del primer volumen del Diccionario Alemán y —debido a la complejidad del idioma— no se completó hasta la década de 1960.
La Caperucita Roja de Charles Perrault
Esta versión del siglo XVII cuenta con claros indicios de la idiosincrasia aristócrata de la corte de Luis XIV —a la cual pertenecía Perrault— en combinación con algunos elementos de la tradición popular francesa. El mensaje principal del texto es amedrentar a los niños imprudentes o muy traviesos mediante la representación del lobo como un peligro real.
Sin embargo, la Caperucita Roja de Perrault no iba dirigida específicamente a los niños, porque la sociedad tenía un criterio en torno a la infancia muy distinto al de hoy en día. La figura del lobo como amenaza real deriva de las muertes de pastorcitos a causa de los canes (muy comunes en esos tiempos). Igualmente, el lobo es una referencia explícita a los hombres malvados, con deseos perversos hacia las niñas.
Resumen de la versión de los hermanos Grimm
La abuela enferma y el lobo
La protagonista de Caperucita Roja obtuvo su nombre de la capucha roja que siempre portaba. Al comienzo de la historia era una niña muy ingenua y cariñosa, particularmente apegada a su abuela. Un día su abuelita se enfermó, por ello, la madre de Caperucita le encargó llevarle una cesta de comida. Pero en el camino un lobo comenzó a seguirla y a interrogarla. La niña le explicó que se dirigía a casa de su abuela a llevarle comida porque estaba enferma.
La jugarreta del lobo
El lobo le sugirió que, si llevaba unas flores, su abuela se alegraría aún más al verla. Entonces, Caperucita se distrajo alegremente recogiendo flores mientras el lobo hizo su jugada. Cuando ella llegó a su destino consiguió la puerta abierta; preocupada, llamó a su abuela… nadie respondió, por lo cual, Caperucita se metió hasta la habitación, en donde se encontró al lobo disfrazado en la cama.
Después del sugerente diálogo (sobre las orejas, los ojos, la nariz y la boca del lobo) conocido por todos los niños durante generaciones, el lobo terminó comiéndose a la niña. Luego, el animal malvado tomó una siesta muy profunda.
El rescate milagroso
Un cazador que pasaba cerca de la cabaña escuchó los ronquidos del lobo y fue a darle un tiro con su escopeta, pero se contuvo al pensar que la señora de la casa podría estar dentro. Efectivamente, al abrir la barriga del lobo durmiente el cazador pudo rescatar a la abuela y a Caperucita. Acto seguido, llenó de piedras el estómago y el can murió por el peso de éstas. Por último, en la versión de los hermanos Grimm ocurre un segundo intento de un lobo que intentó engañar una vez más a Caperucita… Pero la niña y su abuela condujeron al lobo con el olor de una comida hasta a una trampa mortal, tras lo cual, nadie más trató de dañarlas nuevamente.
Análisis y temas de Caperucita Roja
Cambios en el final y suplantación de los aspectos eróticos
Los cambios más evidentes realizados por los hermanos Grimm son la adición de un final feliz y la exclusión de las partes más eróticas. Esto en comparación con las versiones anteriores y con la publicación de Charles Perrault. Aunque se mantiene el contexto subliminal de la conversación “sensorial” entre el lobo y Caperucita.
La persistencia de los rasgos populares
Los temas folclóricos más representativos en todas las versiones de Caperucita Roja pertenecen al rango de las manifestaciones populares. La intertextualidad se manifiesta de forma notoria en toda la obra, al mantenerse los mismos personajes en diferentes situaciones a lo largo de todos sus relatos orales y publicaciones escritas. De igual manera, se observa un lenguaje coloquial más característico de las clases populares que de las élites acomodadas europeas.
El realismo mágico
Por ende, no puede faltar el elemento fantasioso y sobrenatural (por ejemplo: cuando el cazador abre el abdomen del lobo y consigue vivas a Caperucita con su abuela). Del mismo modo, la personificación del lobo es tanto una representación de una amenaza real de la época como una metáfora del acoso de los hombres con intenciones perversas hacia las niñas.
El siempre presente “Yin Yang”
Caperucita Roja contiene el simbolismo típico de la literatura infantil de la eterna disputa entre el bien y el mal, encarnados por la niña y el lobo. Obviamente, Caperucita representa toda la inocencia e ingenuidad de la infancia. En contrapartida, el lobo es completamente despreciable, vil y codicioso. Adicionalmente, este cuento toca el tema de la madurez cuando explica las secuelas de la desobediencia de la hija por no hacer caso a su mamá.
La moraleja del aprendizaje aplicado
La coyuntura de desobediencia es transformada en aprendizaje al final de la versión de los hermanos Grimm, pues ya cuando aparece un segundo lobo, Caperucita y su abuela están listas para cuidarse solas. La ambición es otro de los temas descritos, reflejada en la gula desmesurada del lobo, quien, no conforme con comerse a la abuela, se devora también a Caperucita.
La paternidad mal ejercida
Como detalle importante, podría interpretarse que la madre de Caperucita es un personaje bastante descuidado por enviar a su hija sola al bosque. En la recopilación de los hermanos Grimm la construcción de los personajes secundarios está muy bien sustentada, pues al analizar a la abuelita es notoria su condición de persona vulnerable, que necesita asistencia para asegurar su bienestar.
El héroe
Los malos actos del lobo terminan llevándolo indefectiblemente a su muerte a manos de un héroe silencioso (que puede simbolizar a una figura paterna y protectora): el cazador. El mensaje implícito universal de Caperucita Roja es “no hables con extraños”, por ello, ha sido una narración que ha trascendido fronteras, épocas y clases sociales.
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