El nombre de la rosa y No hables con extraños. Series para televisión
En estos días sin más remedio que estar en casa, hemos echado mano de libros y series para pasar el tiempo. Ahora hay oferta para todos los gustos. La simbiosis entre literatura, cine y televisión siempre ha funcionado, aunque con desigual fortuna normalmente en las versiones llevadas a imágenes. Hoy traigo dos (ambas con 8 capítulos) de las que se pueden ver ahora mismo tanto en abierto como en plataformas digitales: El nombre de la rosa y No hables con extraños, de los originales respectivos firmados por Umberto Eco y Harlan Coben. Y estas son mis impresiones.
El nombre de la rosa
Título ya clásico contemporáneo, y el más exitoso y vendido, del escritor italiano Umberto Eco y publicado en 1980. No volvió a repetir la hazaña en sus obras posteriores, por mucho que su nombre esté enmarcado con letras de oro en la literatura de nuestros días. Quitando las (sobrantes) partes en latín que hay y la (demasiada) disquisición teológica, la historia de las pesquisas detectivescas en una inquietante abadía del fraile franciscano Guillermo de Baskerville contadas por su joven discípulo Adso de Melk en la Italia del siglo XIV me fascinó igual que a millones de lectores en todo el mundo.
La película
Y también lo hizo la versión para el cine que dirigió en 1986 uno de esos directores que todo lo que hacen suele merecer la pena, el francés Jean-Jacques Annaud. Sin embargo, entonces la crítica no se entusiasmó ni con él ni con la película, pero el público sí. Con el tiempo, se ha convertido en un título de culto. Buena parte de culpa de ese tirón popular la tuvo el acertado reparto. Sean Connery era Guillermo de Baskerville sí o sí y un bisoño Christian Slater también se ajustó bastante bien a Adso de Melk.
A ellos se sumaron una serie de secundarios de lujo como F. Murray Abraham, el temible inquisidor Bernardo Gui. O el siempre inmenso Ron Perlman, actor fetiche del director que, tanto por físico como por talento, bordó un personaje tan grotesco y agradecido para un actor como el monje Salvatore de Monferrate. Además, el resto de actores desconocidos que, precisamente por eso y también por sus físicos peculiares buscados a conciencia por Annaud, lograron mezclarse y fusionarse perfectamente con la ambientación, tono y luz que destila la historia.
La serie
Ahora, con 8 capítulos y emitiéndose en la 1 de TVE, tenemos esta miniserie que dirige Giacomo Battiato y que cuenta con la tecnología del siglo XXI corregida, aumentada y que ¿mejora? la versión. Habrá que llegar al final para tener la opinión completa. Pero de 4 capítulos que van, yo los he visto a salto de mata y quedándome con muy poco. Quizás, al tratarse de una serie, con más tiempo para recrearse en más detalles narrativos, lo que consigue es ralentizar precisamente esa narración.
No es mal reparto tampoco, con John Turturro, como Guillermo de Baskerville, Rupert Everett como Bernardo Gui, o esa otra debilidad personal que es el escocés James Cosmo, eterno y excepcional secundario, que interpreta al monje ciego Jorge de Burgos. Pero todo en general parece quedarse antes de llegar y, sobre todo, es demasiado pulcro y no tiene la oscuridad de la versión cinematográfica.
Son comparaciones que no deberían hacerse pero que son inevitables, en especial, cuando hay un referente que, con franqueza, no hacía falta tocar. Si es por acercar la historia al público más joven o de estos tiempos, perfecto. Pero por lo demás, digamos que se queda con un aprobado justo.
No hables con extraños
Harlan Coben es el escritor norteamericano que firma la novela y también crea esta serie que se emite en Netflix. Especialista en la novela negra o, mejor dicho, el thriller, su mayor éxito literario es la muy entretenida serie de Myron Bolitar. Pero tiene varios títulos más como este donde la intriga y los giros narrativos no paran de sucederse.
Es lo que ocurre en esta miniserie, ambientada en el presente de un pequeño pueblo inglés. Hay diferencias con el original, pero con el autor encima, la trama va adquiriendo ritmo en cada episodio, con el giro final para hacer que pases al siguiente sin pensártelo. En definitiva, que se pasa un buen rato, aunque, tal vez, adolezca de cierta precipitación.
La protagonizan actores británicos como Richard Armitage o Stephen Rea. Armitage interpreta a Adam Price, un abogado y padre de una familia de clase media alta con dos hijos. Un día se le acerca una desconocida que le revela un impactante secreto sobre su esposa que hará tambalear su matrimonio y provocará la desaparición de ella.
A partir de ahí, son más veces y a más personas alrededor de él al que esa extraña va contando cosas que desbaratan las existencias de todos. E incluso afectarán de lleno a la pareja de policías encargados de investigar otro extraño suceso en el que hay implicados varios menores que estuvieron en una fiesta.
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