Daniel Martín Serrano. Entrevista al autor de Insomnio
Daniel Martín Serrano se ha estrenado en la novela con un título de tono negro, Insomnio. Pero este madrileño tiene ya una larga trayectoria como guionista de series de televisión entre las que están Hospital Central, Velvet, Ciega a citas, El Príncipe, Traición y Alta mar. Además, es profesor de Guion de Televisión en la Escuela de Cine de Madrid. En esta entrevista nos habla de su novela y mucho más. Le agradezco enormemente la amabilidad y tiempo que me ha dedicado.
Daniel Martín Serrano — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Así en frío, ¿ritmo y técnica de guion o ritmo y técnica de novela?, ¿o para qué elegir?
DANIEL MARTÍN SERRANO: Al final todo consiste en contar una historia. Las técnicas son distintas, sí, pero lo que más diferencia un guion de una novela es la forma de trabajar. Escribir guiones es un trabajo en equipo en el que participan varias personas y tienes la opinión de productores, cadenas y plataformas, así que muchas de las decisiones se toman entre todos. Ante una novela soy yo el único que toma estas decisiones, soy yo el que decido qué pasa y cómo pasa. Y en contraposición a la forma de trabajar en un guion a veces se agradece esa libertad que la novela me da.
Pero no tengo preferencia por el guion o la novela o por lo menos me cuesta elegir una u otro. En la mayoría de las ocasiones es la propia historia que quieres contar la que decide de qué manera quiere ser contada, si en forma de guion, de novela, relato e incluso obra de teatro.
- AL: Con una larga trayectoria como guionista, debutas ahora en la literatura pura y dura con una novela de tono negro, Insomnio. ¿Por qué y qué nos encontramos en ella?
DMS: Como en casi toda profesión uno se va proponiendo nuevos retos y el escribir esta novela para mí lo fue. Después de años escribiendo guiones y de haber comenzado algunas novelas decidí que debía acabar una, demostrarme que era capaz de hacerlo. Esa era mi primera motivación. El haber podido publicarla ya supera con creces mis primeras expectativas.
En Insomnio el lector se va a encontrar una novela negra, muy oscura, con dos tramas, una contada en el pasado y otra en el presente. En la primera, el protagonista, Tomás Abad, es un inspector de policía encargado de encontrar al asesino de varias mujeres. Según avanza el caso descubrirá que su hermano está de alguna manera implicado. Intentando protegerle acabará perdiendo su trabajo.
En la parte del presente Tomás trabaja por las noches como guarda de seguridad del cementerio y allí, acosado por alguien que se oculta en las sombras, se dará cuenta de que el caso no está aún cerrado.
Insomnio es una novela con una trama que va enganchando cada vez más y que no da respiro al lector. Tiene una muy buena ambientación, un personaje protagonista de los que se te meten en el alma y, está mal que yo lo diga, pero está muy bien escrita. Ahora serán los lectores los que tienen que juzgarla.
- AL: Remontándonos en el tiempo, ¿recuerdas el primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?
DMS: Mis primera lecturas como las de muchos de mi generación fueron los libros de la colección del Barco de Vapor, Los Cinco, Julio Verne, Agatha Christie…
En cuanto a lo primero que escribí no tengo un recuerdo claro, sé que en el colegio cuando había que hacer alguna redacción solía destacar. Poco a poco, sí fui comenzando a escribir algún relato y así fui creando una especie de necesidad que me llevaba a escribir cada vez más. Decía Pessoa que escribir para él era su manera de estar solo y yo estoy bastante de acuerdo con esa afirmación.
- AL: Ese libro que te llegó al alma fue…
DMS: Muchos. No podría elegir uno. Me han marcado esos libros en los que yo soy consciente del trabajo del escritor detrás de ellos. Podría nombrarte La colmena, de Cela, Suave es la noche, de Fitzgerald, La ciudad y los perros, de Vargas Llosa, El grito de la lechuza, de Highsmtih, Nefando de Mónica Ojeda, la mayoría de las novelas de Marías…
- AL: ¿Y ese escritor favorito de referencia o inspiración? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
DMS: Quizá sea Javier Marías el escritor que más puedo decir que me influye. Comencé a leerle a esa edad en la que empezaba a tener claro que me quería dedicar a escribir. Su estilo, su manera de contar es algo que tengo muy presente. Pero hay muchos otros: Vargas Llosa, García Márquez, Lobo Antunes, Richard Ford, Patricia Highsmith, Joyce Carol Oates, Sofi Oksanen, Martín Gaite, Dostoievski, Pessoa…
- AL: ¿Qué personaje literario te hubiera gustado conocer y crear?
DMS: Una novela que suelo releer bastante es El gran Gatsby y es uno de los personajes que más me gustan de la literatura. Toda la obra de Fitzgerald está llena de personajes con muchas capas que vas descubriendo en cada nueva lectura. Y Gatsby es uno de mis personajes favoritos.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
DMS: No tengo ninguna manía demasiado reseñable a la hora de escribir. Lo que sí puedo decir es que soy bastante concienzudo, escribo y reescribo mucho hasta que estoy satisfecho con el resultado. No soy un escritor rápido, pienso y medito bastante los pasos a dar tanto en una novela como en un guion porque sí que estoy convencido de que el buen trabajo da buenos resultados.
Y el oficio de escribir no deja de ser un trabajo y, como tal, intento escribir todos los días, tengo mi horarios, no soy de los que se dejan llevar por la inspiración, dura demasiado poco. También me gusta tener entre manos varios proyectos a la vez, así cuando me bloqueo con uno, puedo retomar otro y seguir avanzando. Es la mejor manera de vencer los bloqueos, dejar descansar las historia un tiempo.
Y a la hora de leer quizá la única manía que puedo tener es que necesito silencio, nada que me distraiga.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
DMS: Suelo escribir en casa, pero de vez en cuando me gusta cambiar irme a una cafetería, una biblioteca. Ese cambio de escenario, por así decirlo, me sirve apara airearme y no tener la sensación rutinaria de estar trabajando siempre en el mismo sitio. Es verdad que la pandemia me ha cambiado esta costumbre, pero espero en algún momento poder retomarla.
- AL: ¿Más géneros literarios que te atraigan?
DMS: El hecho de que mi primera novela sea de género negro o policiaco no quiere decir que sea mi género favorito, es más, no soy un gran lector de novela negra. En realidad lo que me gusta, aunque parezca una perogrullada, son los buenos libros. ¿Y qué es para mí un buen libro? Aquel que al terminar de leerlo sabes que te va a acompañar toda la vida, aquel en el que me doy cuenta de que detrás hay un buen escritor/a y veo el trabajo que tiene la novela, que me hace pensar, que me deja poso. Y un buen libro es también ese que me produce una cierta envidia, envidia sana, por no saber si algún día seré capaz de escribir algo así.
- AL: ¿Tu lectura actual? ¿Y nos puedes contar lo que estás escribiendo?
DMS: Se me acumulan las lecturas, compro más de lo que me da tiempo a leer. Suelo ir con retraso respecto a las novedades así que ahora mismo estoy leyendo Berta Isla, de Javier Marías, y tengo en la mesilla otros mucho esperando su turno.
Y en cuanto a lo que estoy escribiendo, ahora mismo estoy trabajando en una serie de la que aún no puedo contar mucho pero que verá la luz el año que viene y intentado dar forma a lo que me gustaría que fuera mi segunda novela. Un cambio de registro, una novela más intimista y personal que habla del amor, no una novela de amor, sino una novela sobre el amor y de cómo lo percibimos o lo vivimos a lo largo de los años, desde la adolescencia hasta lo que llamamos edad madura.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial para tantos autores como hay o quieren publicar?
DMS: Complicado. Creo que hay una especie de urgencia por querer publicar que a veces prima sobre algo más importante que es querer escribir. Cualquier libro sea novela, ensayo o de cualquier otro género requiere un tiempo de trabajo, muchas escrituras y reescrituras y me da la sensación de que se publican y, sobre todo, se autopublican novelas que no están lo suficientemente trabajadas.
El objetivo para quien escribe es publicar, claro, pero un escritor debe ser muy exigente consigo mismo, no sirve cualquier cosa para ser publicada por mucho que uno lo desee, hay que minimizar el ego al máximo a la hora de escribir. Otro punto negativo a tanto como se publica ahora mismo es el ver cómo muy buenas novelas pasan desapercibidas y otras que no son tan brillantes tienen éxito. A veces funciona más la promoción en redes sociales que la propia calidad de la novela. Ojalá esto cambie.
- AL: ¿Habrías imaginado un guion del momento vital que vivimos? ¿Podrás quedarte con algo positivo o que te sirva para futuras historias?
DMS: Siempre se han escrito historias de tipo apocalíptico que, con esto del covid, es lo más cerca que hemos estado de ellas. Es verdad que vivirlo en primera persona es distinto, pero si me tuviera que quedar con algo positivo es con la capacidad de aguante mental que todos hemos aprendido a desarrollar. Es cierto que por momentos parece que uno ha llegado al límite de aislamiento, aburrimiento y de no ver el final de esta pesadilla. Pero creo que, en líneas generales, quien más quien menos ha sabido hacerle frente de la mejor manera posible.
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