Roberto Santiago. Entrevista al autor de Los Futbolísímos

Fotografía: Roberto Santiago, perfil de Facebook.

Roberto Santiago es madrileño y tiene una trayectoria profesional muy variada. Guionista de espacios televisivos, es también autor de literatura infantil y juvenil y guionista y director de cine. Su serie de libros de Los Futbolísimos es un fenómeno editorial que se ha convertido en una de las colecciones de literatura infantil más vendidas en los últimos años. Y también ha sido traducida a varios idiomas. Recientemente ha publicado otra saga, Los forasteros del tiempo. En esta entrevista nos habla de El misterio del cerro de las águilas, el último título de Los Futbolísimos, y de mucho más. Le agradezco su tiempo y amabilidad para atenderme.

Roberto Santiago — Entrevista

  • ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela de Los futbolísimos lleva por título El misterio del cerro de las águilas. ¿Qué nos cuentas en ella?

Roberto Santiago: Después de 21 libros de Los Futbolísimos es curioso, pero tengo la sensación de que todavía me quedan muchas cosas por contar de estos personajes. En esta novela viajan a Almería, a la Fundación MAAVi, que es un sitio que existe realmente. Los conocí el año pasado, ayudan a través de la educación y el deporte a niños que llegan de África con serios riesgos de exclusión social. Merecen mucho la pena.

Es ese tipo de gente que te enamora por su compromiso y su entrega. En El misterio del cerro de las águilasse disputa allí un torneo internacional de fútbol que encierra un gran misterio: la mejor jugadora es una niña africana que no habla ni una palabra y nadie sabe de dónde ha venido. Creo que es el libro más intrigante y también el más solidario de Los Futbolísimos hasta la fecha.

  • AL: Los futbolísimos, Los once, Los forasteros del tiempo, Las princesas rebeldes… ¿Cómo se lleva escribir tantas series a la vez y tener éxito con todas ellas?

RS: Soy muy afortunado: me dedico a lo que más me gusta en el mundo, contar historias. A través de la literatura infantil hablo de valores como el trabajo en equipo, la igualdad y la empatía con los que son diferentes. Lo disfruto muchísimo. Y por suerte, mis colecciones están siendo un gran éxito. Doy gracias todos los días por tener tantos lectores. A veces me froto los ojos para asegurarme de que no estoy en medio de un sueño. Soy muy feliz.

  • AL: ¿Te puedes remontar a ese primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?

RS: Desde siempre he leído mucho. En mi casa era una práctica habitual y para mí leer era tan normal como merendar o lavarme los dientes. La primera colección de libros que me enganchó fueron Los Cinco de Enid Blyton. Una pandilla que resolvía misterios que los adultos no eran capaces de descubrir. Si no los hubiera leído, seguramente nunca hubiera escrito Los Futbolísimos

En cuanto a la primera historia mía, tengo guardado el primer relato completo que escribí a los diez años. Mi madre lo pasó a máquina. Y mi padre lo encuadernó. Contaba las peripecias de un agente secreto que luchaba contra una organización secreta que pretendía quemar todos los libros del planeta… A lo mejor algún día lo publico, ¡ja, ja, ja, ja, ja!

  • AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas. 

RS: El libro que más veces he leído en mi vida sin duda es La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson. En mi opinión, la mejor novela de aventuras jamás escrita. Y es mucho decir.

También releo de vez en cuando Moby Dick de Herman Melville, una metáfora permanente de cualquier miedo u obsesión que tengamos en la vida. Y por supuesto, del propio Melville, me apasiona el relato Bartleby, el escribiente. Una maravilla, puede que el mejor cuento de todos los tiempos.

Por cierto, es curioso, pero si La isla del tesoro o Moby Dick se publicaran hoy, lo harían dentro de una colección de literatura juvenil.

  • AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear? 

RS: Hércules Poirot de Agatha Christie, un detective brillante y atormentado.

El superzorro de Roal Dahl, un padre de familia emprendedor que no pierde la sonrisa ni la esperanza pase lo que pase.

Aragorn de El señor de los anillos. De hecho, el verano que leí esa trilogía con dieciséis años, podría decir que lo conocí. Viví durante tres meses entre la Tierra Media y Rivendel, te lo aseguro. Gracias siempre a un genio como Tolkien por escribir ese universo fantástico.

Me habría gustado crear cualquiera de las maravillosas poesías de Gloria Fuertes. Qué talento, qué sensibilidad, qué envidia de la buena.

  • AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer? 

RS: No soy maniático. Al contrario, puedo escribir prácticamente en cualquier lugar. En un tren. En una cafetería. En una biblioteca. En un parque. Hace poco escribí un relato en la playa. Eso sí, necesito escribir de día. La noche es para leer. Bueno, y para muchas otras cosas.

  • AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo? 

RS: Aunque puedo escribir en cualquier sitio, si puedo elegir, me quedo con mi despacho. Por la mañana temprano. La luz entrando por el enorme ventanal. Es mi momento preferido del día. A veces con música, otras muchas en silencio. Aporreando las teclas de mi ordenador. Me gusta pensar que la escritura se parece mucho a la música. Con perdón, me veo a mí mismo como un pianista que transmite emociones melódicas a través de las palabras, como si fueran notas.

  • AL: ¿Hay otros géneros que te gusten? 

RS: Todos los géneros me gustan. Tal vez excepto el terror. Siempre fui un niño muy miedoso y, en cierto sentido, lo sigo siendo. Leo de todo. Thriller, novela histórica, romance, aventuras, comedia… qué difícil encontrar una buena comedia entre las novelas actuales. Hace poco leí La tienda de la felicidad, de Rodrigo Muñoz Avia. Me encantó. Os la recomiendo.

  • AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

RS: En estos momentos estoy leyendo dos libros: Jack Mullet de los siete mares, de Cristina Fernández Valls. Y El veredicto de Michael Connelly. Dos novelas totalmente distintas que estoy disfrutando mucho.

No paro de escribir. Ahora por ejemplo estoy cerrando la siguiente aventura de Los Forasteros del tiempo. Te aseguro que en cada libro que escribo pongo un trozo de mi corazón. La escritura siempre cuesta una barbaridad. Y al mismo tiempo se disfruta muchísimo. Cuando una de las dos cosas no ocurre, es que algo está fallando.

  • AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?

RS: Ahora mismo vivimos en España una edad de oro de la literatura infantil y juvenil. Tanto por la cantidad como por la calidad. Hay más y mejores autores, ilustradores y editores que nunca. Disfrutemos este momento.

Yo publiqué mi primera novela hace veinticinco años, El ladrón de mentiras. La presenté al Premio El Barco de Vapor y, aunque no gané, me llamaron para publicarla. Fue una alegría tan grande que aún recuerdo con detalle esa llamada tan emocionante.

  • AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?

RS: Parece que atravesamos una época de turbulencias y crisis continuas. La crisis económica de 2012. La pandemia. Ahora la guerra en Europa… Es una locura. Prefiero ser optimista y pensar que todas estas catástrofes serán el origen de una cierta concienciación de lo que es verdaderamente importante. Y también será el germen de grandes obras literarias y artísticas. Los escritores reflejamos el estado de ánimo de la sociedad que nos toca vivir, es algo que no decidimos, que ocurre a nuestro pesar. Mientras me dejen, yo seguiré escribiendo novelas, películas, teatro… y tratando de abrir el camino a nuevos lectores.



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