Blanca Cabañas. Entrevista con la autora de Perro que no ladra

Fotografía: Blanca Cabañas, perfil de Facebook.

Blanca Cabañas es gaditana de Chiclana y maestra de educación especial y pedagoga. También escribe y ha ganado ya diversos premios de relato corto. Perro que no ladra es su novela de debut. En esta entrevista nos habla de ella y de otros temas, así que le agradezco mucho su tiempo y amabilidad con los que me ha atendido.

BLANCA CABAÑAS — ENTREVISTA

  • ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela publicada se titula Perro que no ladra. ¿Qué nos puedes contar de ella y de dónde surgió la idea?

BLANCA CABAÑAS: Perro que no ladra cuenta cómo un solo hecho del pasado puede arrasar con la vida de unos cuantos: ese grupo de amigas que ya siempre estará incompleto, esa familia que nunca se dará por vencida en buscar a su hija y esa protagonista, Lara, que teme volver donde todo ocurrió. Sin embargo, ahí comienza la historia, justo en el momento en el que Lara tiene que regresar a su Chiclana natal tras 14 años sin tener apenas noticias de su familia. Allí sentirá la necesidad inexorable de buscar la verdad, de buscar a su amiga desaparecida. En la novela he querido plasmar lo opuesto a una familia ideal, porque estamos acostumbrados a ver lazos familiares irrompibles y es un reflejo sesgado de la sociedad. Las familias no siempre son así, hay mucho más detrás. Son complejas, imperfectas, controvertidas. La de Lara es muy especial, el lector deberá descubrirla.

En cuanto a la idea de la novela surge del estudio de la neuroeducación, una ciencia pionera que estudia el impacto del aprendizaje en el cerebro a tiempo real a través de técnicas de neuroimagen. En 2020, año en el que escribí la novela, estaba estudiando un máster de Atención Temprana y Necesidades Educativas Especiales y así fue que conocí todo este mundo. Me pareció tan interesante que lo volqué en la historia. De hecho, la primera idea parte de un síndrome muy muy poco conocido del que tenemos ahora más información gracias a la neuroeducación. Se trata del síndrome de Capgras, que hace a todo aquel que lo padece no reconocer a personas de su entorno más próximo. En lugar de eso, piensan que esas personas no son quienes dicen ser, piensan que han sido suplantados por dobles idénticos. Me pareció tan fascinante que quise plasmarlo en la novela.

  • AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y tu primer escrito?

BC: Siendo niña te diría El viaje de Viento Pequeño y de adolescente, sin ninguna duda, Harry Potter. El mundo de J. K. Rowling me hizo leer por placer. Mi primer escrito te diría que un cuento con el que gané un pequeño certamen en el colegio. Se llamaba Sepillín, porque por aquel entonces pensaba que cepillo se escribía con s. Contaba la historia de un cepillo de dientes que estaba triste porque su dueño no lo usaba, pero claro, todo cambió cuando el chico fue al dentista y le leyeron la cartilla. Entonces, comenzó a cepillarse los dientes todos los días y Sepillín fue feliz para siempre. Tenía unos diez años cuando lo escribí.

  • AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas. 

BC: Dolores Redondo ha sido la autora con la que más he disfrutado últimamente. Me encanta cómo entrelaza novela negra y folclore en el valle del Baztán. Suelo leer autores que ambientan sus novelas en su tierra. Para mí es un punto a favor. Una buena ambientación es sinónimo de calidad.

  • AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear? 

BC: ¿Harry Potter? Mi espíritu adolescente no me deja decirte otro. Recuerdo cómo la autora me hacía sentir que yo también estaba en la torre donde daban la clase de Adivinación o esas veces en las que a Harry le duele tanto la cicatriz que casi me duele a mí también. Para mí es fantástico que un libro me hiciera leer a tan corta edad. Me hubiera encantado conocerlo para decirle que se liara con Hermione. Hubieran hecho mejor pareja.

Y crear… Me hubiese gustado crear a Amaia Salazar, la inspectora de El valle del Baztán. Me gustan los personajes complejos, que creo conocer y me sorprenden, fuertes, fríos, con carácter, con un pasado por desvelar.

  • AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer? 

BC: A la hora de leer, doblo páginas. No lo puedo evitar. He intentado utilizar pósits, pero no me sirven, acabo doblando esquinitas igual. Y al escribir, necesito silencio. Aunque a veces, me sirven como inspiración escuchar bandas sonoras de películas. Las más tristes y bohemias.

  • AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?

BC: Perro que no ladra lo escribí en tres casas distintas. Así que… No tengo predilección por un sitio específico, simplemente que sea cómodo. Mi momento para escribir normalmente es por las tardes. Por las mañanas lo que suelo hacer es revisar lo que he escrito el día anterior. 

  • AL: ¿Hay otros géneros que te gusten? 

BC: Los géneros son etiquetas necesarias que utilizan las editoriales y los libreros como guía para el lector, para que este pueda hacerse una idea de qué contiene la historia, pero es bastante subjetivo. Desde el thriller puedes contar una historia romántica o partir de un hecho histórico. Yo de hecho intento plasmar diferentes mundos en mis novelas, la neuroeducación en este caso, amparada en el thriller. Me gusta leer de todo, pero siempre con esa pizca de misterio.

  • AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

BC: Ahora mismo estoy leyendo La verdad sobre el caso de Harry Quebert, de Joel Dicker, y en agosto estaré escribiendo sobre el borrador de mi segunda novela.

  • AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?

BC: El panorama editorial está bastante complicado. Es difícil acceder a él, es difícil mantenerse y aún más difícil es vivir de la escritura. Hay tanta variedad de títulos que no es fácil hacerse un hueco. Además, normalmente un lector no hace apuestas, consume lo que conoce y si ha leído a un escritor y le ha gustado, repite. Es una decisión segura, no se arriesga con autores noveles a no ser que el ruido que esté haciendo sea brutal. Me decidí a publicar porque era lo que siempre había querido. Lo hice por mí misma, era una espinita que tenía que quitarme. Ni de lejos pensé que fuera a llegar a donde he llegado.

  • AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?

BC: Nuestra generación es la generación mejor formada y peor pagada de la historia. Tenemos unos currículums que quitan el hipo y, sin embargo, pocos nos dedicamos a aquello que estudiamos. Las salidas son pocas: el extranjero u oposiciones. En mi caso, he optado por la segunda. De hecho, puedo decir con orgullo que por fin he conseguido mi plaza como maestra de educación especial. Es una noticia que me dieron no hace mucho y que aún estoy tratando de asimilar. Es la economía con la que hemos crecido, claro que se refleja en lo que escribo. Es inevitable. Me siento más cómoda hablando de lo que conozco y es un hecho que la crisis ha formado parte de nuestras vidas.



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