El libro de todos los amores
En febrero de 2022, el escritor y físico español Agustín Fernández Mallo presentó en Madrid su sexta novela, titulada El libro de todos los amores. Se trata de un texto filosófico cuyo planteamiento enfatiza al amor como única alternativa para revertir la decadencia agravada de la sociedad del siglo XXI.
En la mencionada presentación, Fernández declaró a Europa Press (2022): “… es un libro con una carga poética importante. Pero no es visto el amor de forma romantizada, sino es una carga poética desviada a otros lugares”. Para ello, profundiza en temáticas vinculadas al arte, la antropología y las ciencias, enmarcadas en una trama de “ficción especulativa que contiene ensayo”.
Análisis de El libro de todos los amores
Estructura
El texto se compone de tres libros contenidos (e intercalados) en uno solo. Por una parte, se encuentra el recuento de los instantes previos al fin del mundo causado por el “emocapitalismo” o el mercadeo de las emociones. En este punto, Fernández muestra la forma en la cual las corporaciones se valen de los propios deseos de los consumidores para crear un entorno voluble.
Entretanto, el autor explaya un conjunto de micro ensayos cuyo propósito es conceptualizar y explorar de manera abstracta al amor. Por esta razón, se realiza un enfoque poliédrico de los orígenes de este sentimiento (familiar, romántico, religioso, netamente emocional, apego psicológico)… Por último, se examina la anatomía del amor a través de la conversación de una pareja.
Teorización y conceptualización
A medida que avanza la narración, Fernández propone una serie de nociones particulares con el objetivo de describir los distintos tipos de amor. Dichas disertaciones son acompañadas por una combinación de hipótesis científicas con el estudio de obras artísticas. Asimismo, se compaginan las tecnologías surgidas en el siglo XXI con el legado de las culturas clásicas y ancestrales.
De esa forma, van apareciendo términos como “amor mandíbula”, “amor antropoceno”, “amor orgasmo rápido a la antigua” o “amor cristalizado”, entre otros. En paralelo, el escritor pretende delimitar cada uno de esos conceptos mediante discursos poéticos complementados por conclusiones cortas obtenidas luego de aplicar metodologías científicas.
El amor a través de la religión
En el criterio de Fernández, la concepción más común de las personas sobre el amor es aquella devenida con la religión. Por consiguiente, la idea predominante es el resultado de una amalgama de preceptos morales, expresiones culturales y conductas sociales transmitida generacionalmente desde tiempos inmemoriales.
Esta percepción conlleva a la simplificación del amor en el lenguaje e, incluso, a la vulgarización. Tal es el caso del sentimiento manifestado hacia elementos no humanos (mascotas, automóviles, una casa, un país, un fenómeno atmosférico)… En contraparte, las obras de arte de los grandes maestros de la historia tienen el poder de magnificar las distintas aristas relacionadas con el amor.
Los personajes
En el cierre de cada sección, Fernández revela avances de las vivencias de una pareja proveniente de Montevideo que se encuentra de vacaciones en Venecia. Sin embargo, el tiempo inicialmente limitado de descanso, se extiende cuando el esposo decide permanecer en la ciudad italiana. Allí, ellos son acompañados por un hombre de comportamiento surrealista y un emisario fantasmagórico.
Mientras tanto, la humanidad está presenciando una especie de apocalipsis (un aspecto que en realidad el autor no dramatiza mucho). Entonces, la circunstancia apremiante precipita la confesión más sincera de sentimientos por parte del hombre y de la mujer.
Amor y tecnología
El papel de las redes sociales en las dinámicas actuales del amor es uno de los asuntos más interesantes del libro. Según Fernández, existe un “amor estadístico” determinado por los algoritmos de las plataformas digitales. En consecuencia, las personas no se enamoran de otras personas, sino de un montón de datos afines a las preferencias —recopiladas previamente— del usuario.
En torno a este tema, el escritor español indicó lo siguiente: “Eso cambia totalmente la forma de relacionarse y la forma de percibirlo, o debería cambiarlo, debería cambiar ciertas actitudes y tener otras preocupaciones… El amigo de Facebook es un amigo estadístico, porque lo que tú ves es la mezcla matemática de los datos de una persona” (Cultur Plaza, 2022).
Sobre el autor, Agustín Fernández Mallo
Familia, infancia y juventud
Agustín Fernández Mallo es oriundo de La Coruña (1967). Creció en el seno de una familia de clase media alta que tenía una vivienda llena de libros. Sobre esto, él dijo posteriormente que sus padres no concedían mucha preponderancia a la novela en comparación con la poesía y al ensayo. Además, el padre —veterinario de profesión— solía leer muchas revistas científicas.
Por ello, no sorprende el respeto que manifiesta Fernández hacia la naturaleza y los animales. Igualmente, el duelo por la pérdida de la figura paterna —fallecido en 2012— se refleja en el poemario Ya nadie se llamará igual que yo (2015). Al respecto, el autor español expresó en una entrevista concedida a Jorge Carrión de Jot Down (2020):
“La muerte es a lo único a lo que el ser humano no se acostumbra. Aunque paradójicamente sabemos que es lo único que se repite siempre”.
Un creador muy versátil
Mientras Agustín Fernández completó su licenciatura en Ciencias Físicas en la Universidad de Compostela, comenzó a tocar batería en bandas musicales juveniles. En este sentido, Fernández declaró que la filosofía de la música punk le interesó mucho en su juventud. Específicamente, debido a la estética radical —mas, no de destroyer— fundamentada en la búsqueda del origen de las cosas.
Otro elemento extrapolado de las letras “punketas” es la consigna «do it yourself» (hazlo tú mismo). En concordancia, el físico ibérico señala la necesidad de “tocar el barro con mis manos” con el fin de generar sus propios “mundos orgánicos”. Bajo ese método, Fernández posibilita el génesis de metáforas únicas a la par de la experimentación estética de realidades singulares.
Obra escrita
Durante su juventud Fernández leyó asiduamente a autores como Jorge Luis Borges, Boris Vian o Charles Bukowski, entre otros. En el año 2000 comenzó a labrarse un nombre en la literatura tras acuñar la definición «poesía pospoética», en referencia al vínculo entre el arte y las ciencias. Dicho término fue publicado formalmente en el ensayo Postpoesía. Hacia un nuevo paradigma (2009).
Aunque, indudablemente, la obra escrita más conocida de Fernández es la trilogía narrativa Nocilla, calificada por la crítica como una “reconstrucción narrativa del castellano”. Hasta la fecha, el escritor gallego ha publicado seis poemarios, seis novelas y dos ensayos. Actualmente, dicta talleres y se encuentra radicado en Palma de Mallorca junto a su compañera sentimental, la periodista cultural y docente Pilar Rubí.
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