Caterina Albert: una narradora catalana
Conocida con el sobrenombre masculino de Víctor Català, Caterina Albert (1869-1966) fue una de esas escritoras decimonónicas hijas de una época que no compartía el canon de la mujer del siglo XIX. Ella mantuvo una voluntad creadora que contribuyó e inspiró, adentrándose en el siglo XX, otra centuria repleta de cambios también para la mujer, y que pudo conocer a esta longeva escritora.
Caterina Albert escribió en lengua catalana e hizo una importante aportación a la literatura en este idioma, especialmente a la narrativa. Su novela Solitud (1905) es la más conocida. Está reconocida por la Associació d’escriptors en llengua catalana y desde aquí te invitamos a que tomes nota sobre esta autora.
Caterina Albert: la escritora
Nació en l’Escala, Alt Empordà (Girona) en 1869. Provenía de una familia terrateniente preponderante, por lo que el campo le era conocido y fue un tema que reflejó con frecuencia en sus obras. Las más reconocidas, como Drames rurals (1902) y Solitud (1905), retratan esos dramas rurales en los que se refleja el ambiente de las personas del campo. Además, tuvo la buena fortuna de que su propio padre apoyara sus esfuerzos artísticos. Algo que seguramente facilitó la labor literaria de esta escritora en tiempos complicados para ello.
Gran lectora desde niña empezó a escribir a muy temprana edad. Fue suscriptora de la reconocida publicación cultural La Reinaxensa de marcada ideología catalanista. Siempre tuvo gran curiosidad y perspicacia en la selección de sus temas y escribió textos descarados en el contexto de su tiempo.
Fue una persona que además de literatura cultivó la escultura, la pintura o la ilustración. Pero fue en la literatura donde se vio plasmada su obra, que está dividida en narrativa (novela y cuentos), poesía y también teatro. Gozó del éxito aunque fuera ignorada como dramaturga. Tuvo que lidiar con la imagen de una mujer de casa que nunca se casó con la labor literaria. Sin embargo, su fuerza como literata fue tal que provocó la incredulidad entre los que eran más críticos con ella.
Fue miembro de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona (Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona), institución fundada en 1729, y nombrada Bien de Interés Cultural de España y Patrimonio histórico de España. Murió con 97 años en 1966. Está enterrada en el Cementerio Viejo de Escala.
Sobre su obra
Su obra ha de encajarse dentro del modernismo y supo aprovechar también el estallido naturalista tardío de la literatura en España. De hecho, el naturalismo es una poderosa herramienta para tratar el entorno, elemento principal de la obra de Albert. Siguiendo la línea naturalista, la visión que da Albert es áspera y ruda sobre los elementos del campo, sus habitantes, y sobre el futuro y destino de la mujer. Cristaliza el interesante determinismo que caracteriza al naturalismo. Por eso el destino y la desesperanza serán una constante en su obra.
Asimismo trata temas como la posición de la mujer en la sociedad y su lucha hacia su emancipación familiar, moral y laboral. La violencia, la locura y el fatalismo son algunos otros asuntos que destacan en sus libros. Y su forma de escribir fue calificada de viril. Escribió de manera abrupta para lo que se esperaba de una mujer y mantuvo un tono provocativo e innovador en su trabajo que lo llenó de gran fuerza expresiva, una característica notable en sus escritos.
Caterina Albert siempre quiso dedicarse a hacer teatro, uno de los géneros por los que se interesó. Sin embargo, a principios de su carrera se vio envuelta en un escándalo con el monólogo La Infanticida (1898) que le procuraron la desconfianza y los reparos de las personas del teatro de su tiempo. Caterina Albert destinaría sus esfuerzos entonces a la narrativa.
Como tuvo una vida tan larga, sus primeras obras (poemas, cuentos y novela) han sido enmarcadas en el modernismo a principios del siglo XX, con muchísima influencia todavía naturalista. Pero su obra abarca toda la primera mitad del siglo XX. Por lo que también debe destacarse su actividad literaria de las primeras décadas del siglo XX (fundamentalmente narrativa, con cuentos y novelas), hasta la guerra civil y la posguerra. Algunos de sus diálogos fueron valorados como pequeñas piezas teatrales y han llegado a ser representados.
Su obra ha sido traducida al español, inglés, alemán, italiano, francés, esperanto, flamenco, neerlandés, rumano y checo.
Principales obras de Caterina Albert
- Drames rurals (1902) se compone de una colección de cuentos enmarcados en el entorno rural naturalista de finales del siglo XIX.
- Solitud (1905). Novela. En lengua castellana Soledad. También es un drama rural, donde los temas que preocupaban a Caterina Albert en torno a la mujer se despliegan a través de dilemas morales, la maternidad y la individualización del sexo femenino en libertad. La soledad, por supuesto, será otro gran tema de esta obra.
- Llibre blanc, policromi, tríptic (1905): conjunto de poemas.
- Caires vius (1907): colección de cuentos dentro del modernismo.
- Un film (3000 mètres) (1926). Novela en la que se ve la influencia y el gusto por el nuevo arte que llega, el cinematográfico.
- Contrallums (1930). Nueva serie antológica de relato breve.
- Retablo (1944). Es una recopilación de cuentos en lengua española.
- Mosaic (1946) es un mosaico de artículos que fueron escritos desde comienzos del siglo XX por la autora para describir su situación como mujer y escritora. Un trabajo significativo autobiográfico.
- Jubileu (1951) es otra importante compilación de relatos.
- En 1951 se publican sus Obras completas en la editorial Selecta.
- En 2005 aparece de forma póstuma Quincalla. Mil adagis per aprendre vocabulari. Se trata de una selección de adagios, o sentencias breves que tienen carácter aleccionador. Fueron escogidos y prologados por el sobrino de Caterina Albert, Lluís Albert.
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