El último catón
El último cantón es una novela escrita de una manera excelsa por la escritora y periodista española, Matilde Asensi. Cuando un libro de ficción es capaz de combinar acontecimientos históricos con suspenso y dosis elevadas de aventura, las probabilidades de éxito comercial son buenas. Todos esos elementos están presentes en este título.
Además, la autora alicantina hizo girar la trama en torno a un tema de interés inevitable para los lectores del hemisferio occidental: el cristianismo. Por consiguiente, el resultado no podía ser otro: la “fórmula perfecta” de un título superventas. Según la Editorial Planeta, desde su publicación en 2001 se han vendido más de 1,2 millones de copias de El último catón.
Sobre la autora
Matilde Asensi Carratalá nació el 12 de junio de 1962, en Alicante, España. Es licenciada en periodismo, egresada de la Universidad Autónoma de Barcelona, aunque, desde temprana edad demostró que su verdadera vocación eran las letras. Durante su juventud trabajó para medios como Radio Alicante-SER, Radio Nacional de España y los periódicos provinciales La Verdad e Información.
En 1991 comenzó a trabajar en un puesto administrativo dentro del Servicio Valenciano de Salud. De esta manera, dispuso de suficiente tiempo para escribir. Por esta razón, no es adecuado considerarla una escritora tardía, a pesar de haber publicado su primera novela con 37 años.
Gracias a su estilo, la escritora española ha logrado posicionar sus libros entre los más vendidos de los últimos años en la Península Ibérica. Martín Ojo de Plata, su última trilogía, es muestra inequívoca de ello. Se ha destacado como un suceso literario en las redes y sus ventas siguen vigentes en formato físico y como e-book.
Libros de Matilde Asensi
Su estreno literario, El salón ámbar (1999) y su siguiente novela, Iacobus (2000), obtuvieron buenos números de ventas. Aunque nada comparables con El último catón (2001), todo un libro consagratorio a nivel nacional e internacional. Por ende, El origen perdido (2003) fue una novela muy esperada.
La controversia
La cuarta novela de Matilde Asensi estuvo muy salpicada por la polémica (aun cuando la Editorial Planeta la defendió). Pues el cronista y periodista argentino Pablo Cingolani la acusó públicamente de plagio. Adicionalmente, el antropólogo Álvaro Díez Astete —quien aparece dentro de la obra ambientada principalmente en Bolivia— también se quejó por supuestas alteraciones de sus declaraciones.
Todo este pleito desembocó en una demanda y en una citación por parte de la justicia de Bolivia a Asensi en 2006. Los juristas y diputados de la nación sudamericana consideraban que la escritora española había “violado los más elementales derechos de propiedad de Bolivia y los derechos de autor de los miembros de la Expedición Madadi”.
Publicaciones más recientes
- Trilogía Martín Ojo de Plata:
- Tierra firme (2007).
- Venganza en Sevilla (2010).
- La conjura de Cortés (2012).
- El regreso del catón (2015); secuela de El último catón.
Argumento de El último catón
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Asensi tomó para su tercera novela uno de los símbolos cruciales de la cristiandad: la Vera Cruz. Con el surgimiento del catolicismo, la cruz en donde fue crucificado Jesús de Nazaret fue destrozada en pequeños trozos. Los cuales, habrían sido enviados a distintas iglesias de todo el mundo, resultando en una ofensa mayúscula para los Staurofílakes.
Se trata de una secta secreta (ficticia) surgida en el siglo III con la misión de recuperar los fragmentos de la Vera Cruz y poder así reconstruirla. A medida que los candidatos avanzan en su iniciación, otros integrantes más antiguos les hacen marcas en forma de cruz en la piel.
Resumen
El catón
Es el líder de los Staurofílakes, se encarga de organizar los diversos rituales de iniciación. Desde la instauración de la hermandad hasta la actualidad han existido 257 catones, elegidos por consenso tras el deceso del catón regente. En la prueba final, los candidatos son marcados con letras griegas formando la palabra «STAUROS».
La novela inicia con el hallazgo de un ciudadano etíope con todas las marcas distintivas de la secta, fallecido en una avioneta siniestrada. Las noticias del accidente llegan hasta El Vaticano. Allí, las autoridades eclesiásticas tienen muchas suspicacias debido a la caja llena de trozos de madera encontrada junto al muerto.
La Vera Cruz
La caja con trozos de madera es especialmente sospechosa porque antes del incidente aéreo varias reliquias cristianas habían sido robadas de las iglesias. A pesar de los esfuerzos de los Staurofílakes por mantenerse ocultos durante siglos, en el Vaticano no han pasado desapercibidos.
La investigación
Desde la Santa Sede deciden enviar a Ottavia Salina, PhD en Paleografía e Historia del Arte, integrante de la Orden de La Venturosa Virgen María. Ella es la directora del Laboratorio de Restauración Arqueológica del Vaticano. Nacida en el seno de una de las familias más influyentes de Palermo, Italia.
Junto a la experta en simbología va Kaspar Glauser-Röist. Si bien la encomienda oficial del capitán de la guardia suiza es ayudar con la investigación, su verdadera asignación es “desaparecer los trapos sucios”. Más adelante, se une a ellos el profesor del Museo Grecorromano de Alejandría, Farag Boswell, erudito en Arqueología bizantina. Con quien la doctora Salinas tendrá una relación amorosa.
La divina comedia
En pos de esclarecer los hechos y recuperar los fragmentos de la Vera Cruz, los investigadores deciden infiltrarse en la secta. Es decir, pasar por siete pruebas de admisión (mortales, en caso de fallarlas) relacionadas con La divina comedia, obra de un —supuesto— Staurofílake, Dante Alighieri. De hecho, los nueve círculos del infierno descritos por el poeta florentino resultan ser claves para superarlas.
Cada test tiene un vínculo directo con algún pecado capital y se lleva a cabo en una ciudad específica. En este punto, la autora de la novela demuestra su vasta documentación sobre simbologías cristianas y distintos elementos histórico-religiosos. En el momento cumbre de la trama, los investigadores se enfrentan al catón tras superar cada una de las pruebas y ser embestidos como Staurofílakes.
Las dudas
La intención primaria de los protagonistas es confrontar al catón y obligarlo a devolver las reliquias robadas. Sin embargo, cuando comprueban la calidad de personas que son los Staurofílakes, comienzan a creer que tal vez la Vera Cruz está mejor bajo la custodia de la secta.
Al final, Ottavia pone en tela de juicio su propia fe y sus orígenes familiares, debido al oscuro pasado de su padre. Pero no solo la doctora Salina ha transformado su manera de pensar, el capitán Glauser-Röist y el profesor Boswell han decido cambiarse a sí mismos para encontrar el anhelado paraíso.
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