La chica de al lado: Jack Ketchum
La chica de al lado —o The Girl Next Door, en su idioma original— es una novela publicada en 1989 y escrita por el fallecido autor estadounidense Dallas William, mejor conocido por su seudónimo: Jack Ketchum. La polémica obra de terror está basada en la historia real de una joven de dieciséis años, quien fue torturada y asesinada por una mujer y sus hijos en el sótano de la casa de estos últimos.
Los libros de Ketchum suelen estar inspirados en casos reales de crímenes, pero este, sin dudas, dejó a la crítica y a los lectores recelosos y convulsos. La narración resulta explícita, llena de detalles fidedignos sobre los testimonios de los perpetradores del crimen, el juicio y los hechos que se sugirieron, todo, desde la perspectiva ficticia de uno de los verdugos de la niña.
Sinopsis de La chica de al lado
“¿Crees que sabes qué es el horror?”
Una sola pregunta escalofriante es la que abre paso a la novela: “¿Crees que sabes qué es el horror?”. A través de esta interrogante, un abatido y ya adulto David cuenta un pasaje muy oscuro de su infancia, aquel donde perdió por completo la inocencia de sus primeros años.
Mientras transcurre un verano de los años 50s, David y sus amigos juegan, ven la televisión, toman refrescos fríos, van a las ferias, y, en general, disfrutan de todas esas actividades que hacen de la niñez algo inolvidable.
En ese contexto conocen a Meg y a su hermana menor, Susan, quienes, al perder a sus padres, deben ir a vivir con su tía Ruth y sus primos. Es en este punto donde, al ser una novela de terror, el lector podría esperar que suceda un evento paranormal se detone la trama. No obstante, lo que impulsa la historia es un monstruo de la vida real: la propia tía Ruth y su apremiante odio hacia las mujeres.
El inicio incomprensible del mal
A raíz de la llegada de Meg y Susan, la mujer, sin motivos manifiestos, decide maltratar psicológica y físicamente a ambas niñas —aunque el blanco de casi todos los agravios los recibe la hermana mayor, quien tiene apenas 13 años—. Cuando el claro desequilibrio de Ruth se hace mayor, procede a encerrar y torturar a la joven en el sótano de su casa con la ayuda de sus hijos y los amigos de estos —todos muchachos menores de 15 años—.
David, el narrador, sufre un cambio crucial dentro de su propia anécdota: cuando conoce a Meg se enamora de ella. Sin embargo, al tener lugar los eventos relacionados a la tortura, al igual que los demás, deshumaniza a la joven y la convierte en un simple objeto de diversión depravada. Aunque al protagonista y a su historia los separan décadas, no es insólito suponer que David es un ser siniestro.
Sobre el contexto de la obra
La realidad supera a la ficción
La chica de al lado está inspirada en un suceso que conmocionó a Estados Unidos en 1965. Sylvia Likens era una adolescente de 16 años a la que sus padres dejaron, junto a su hermana menor, Jennifer, al cuidado de una mujer llamada Gertrude Baniszewski, a quien conocieron a la salida de una iglesia. La causa de la ausencia de los padres de las niñas se debió a que ellos pertenecían a un circo, y debían viajar por el circuito de carnavales de USA.
El acuerdo era que Baniszewski se hiciera cargo de las niñas a cambio de 20 dólares a la semana. Sin embargo, en ningún momento verificaron el estado de la casa ni de sus habitantes. Aun así, el pago por los cuidados de las menores nunca llegó, y fue entonces cuando comenzó un maltrato feroz que culminaría con la muerte de Likens. Aunque Jack Ketchum cambió los nombres y algunos detalles, el relato del autor es muy cercano a la historia real.
El elogio del maestro del terror: Stephen King
Stephen King, un acérrimo defensor del género de terror conocido por crear escenarios basados en objetos y situaciones del acontecer diario, opinó sobre la obra: “La chica de al lado es una novela que está viva. No solo promete terror, sino que lo entrega de verdad”. Pese a que la mayoría de los capítulos del libro son cortos, avanzar por la trama se le podría hacer difícil al más insensible de los lectores.
Desvelando el mal sin rodeos
Esta historia no solo habla de un crimen, sino del origen mismo del mal. Ahonda en lo que lleva a un ser humano a cometer vilezas en contra de una persona inocente, y lo que todos estos hechos suponen para sus protagonistas —sobre todo en el caso de los niños, por su propia condición de seres de psique poco desarrollada—. Una vez que Ketchum les recuerda a los lectores la oscuridad que se esconde debajo de las faldas de la sociedad, esa puerta no puede volver a cerrarse.
El autor no se regodea en la tortura, como podría haberlo hecho Sade en su momento, por ejemplo, sino que la describe de forma fiel. Ketchum, seguro de que muchos podrían abandonar la novela, dijo: “Si el libro posee una ambigüedad moral, una tensión moral, es porque se supone que tiene que ser así. Ese es el problema que este chaval tiene que resolver a lo largo de la trama; el problema con su visión de las cosas”.
Sobre el autor, Dallas William Mayr
Dallas William Mayr nació en 1946, en Livingston, Estados Unidos. Mejor conocido como Jack Ketchum, fue un agente literario, guionista, y escritor de terror y de género fantástico, quien murió en 2019 a causa de un cáncer de páncreas. En su adolescencia se contactó con Robert Bloch —autor de la aclamada Psicosis—. Los literatos se hicieron buenos amigos, y, posteriormente, Bloch se convirtió en mentor de Ketchum.
Muchas de sus obras han sido condenadas por considerarse “pornografía violenta”. No obstante, el escritor ha sido elogiado por el ícono del terror contemporáneo Stephen King. Tras el correr de los años, Jack Ketchum recibió múltiples reconocimientos literarios, como el premio Bram Stoker al mejor relato corto en 1994, por su obra The Box. En 2003 obtuvo el mismo premio por su novela Closing.
Otros libros destacados de Jack Ketchum
- Off Season (1980);
- Hide and Seek (1984);
- Cover (1987);
- She Wakes (1989);
- Offspring (1991);
- Joyride (1994);
- Stranglehold (1995).
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