El cuento de El gato con botas
«El gato con botas» es un cuento popular infantil que pertenece al imaginario colectivo desde hace siglos. Se publicó a finales del siglo XVII en Francia con el título original Le Maitre Chat junto a otros cuentos conocidos. Charles Perrault lo recopiló, dándolo así a conocer.
Perrault fue un escritor francés interesado en las historias de fantasía, los cuentos infantiles y las historias de hadas. «El gato con botas» encaja a la medida en estos conceptos, aunque mucho se ha hablado también de su mensaje moralizante. Seguramente ya has escuchado o leído el cuento, vamos a señalar algunos datos más sobre él.
Origen y otros datos de interés
«El gato con botas» tiene multitud de adaptaciones con las que la mayoría de nosotros ha crecido. Se puede encontrar el cuento en audio, dibujos animados, películas (el más popular hoy en día es su personaje y propia película en la franquicia de Shreck), en antologías de libros infantiles, cómics, obras de teatro y ballet, por ejemplo. Está también recogido en grabados e ilustraciones con los que fue impreso en sus correspondientes ediciones. Es decir, «El gato con botas» pertenece a la cultura popular universal y se repite en mil adaptaciones, como suele ser común en los cuentos de hadas o fantasía.
Su origen, sin embargo, se remonta a los años finales del siglo XVII. Charles Perrault fue un autor francés cuyo trabajo permitió recopilar algunos de los cuentos más famosos hoy en día. Él en ocasiones había escuchado historias orales que después modelaba o establecía modificaciones que creía pertinentes, posiblemente motivadas por la dureza de las versiones que habían llegado a sus oídos.
Por tanto, Perrault, en 1697 publicó el cuento de «El gato con botas» en la antología conocida como Cuentos de Mamá Ganso. El título original era Histoires ou montes du temps passé. Avec des moralités. Los otros relatos que componen la colección son: «La bella durmiente del bosque», «Caperucita Roja», «Barba Azul», «Las hadas», «Cenicienta», «Riquete el del copete» y «Pulgarcito»; siendo, la mayoría, sobradamente conocidos.
El gato con botas: el cuento
¿Una historia con moraleja?
Debe resaltarse la moralidad con la que está concebido este relato. El protagonista es un gato al que se le ha personificado, lleva botas y vestimenta. Es un personaje al servicio de un joven que vive con pocos recursos. Para él consigue toda clase de dádivas, incluido el matrimonio con la hija del rey. La cuestión es cómo lo logra: por medio de artimañas que están muy lejos de encaminarnos hacia el bien y de mostrar los valores honestos que cualquiera esperaría de una historia con moraleja. Muy al contrario, el protagonista se aleja de estos valores y da muestras de otros méritos, como la astucia, la inteligencia y el ingenio para conseguir los objetivos.
El cuento
«El gato con botas» es una historia sagaz y divertida con un final feliz para sus protagonistas, aunque forjado a base de triquiñuelas y engaños. Un gato es lo único que le deja en herencia un humilde molinero a su hijo; por eso es que el chico contempla comérselo y obtener al menos algo de provecho. Pero el animal, que es sumamente astuto, le pide su confianza porque asegura ser capaz de sacarlo de la pobreza.
El gato se calza con unas botas y portando un saco se aventura por el monte donde caza un conejo y lo lleva al castillo del rey. Allí llega en representación de su amo, el marques de Carabás, diciendo que le envía una presa como obsequio. Esta situación se repetirá en el tiempo para contentar al rey y ganarse su favor.
Un poco después, y sabiendo que el rey se encontraría con su hija en los alrededores de un río, le indica a su joven amo que se meta en las aguas para que finja un ahogamiento y llamar la atención del monarca. El joven lo hace y el gato, además, explica que al joven marqués le han robado sus vestiduras.
El rey le proporciona unos ropajes dignos de su condición y la princesa se acaba enamorando cuando lo ve. Todos montan en el carruaje real, habiéndose encargado el gato, bajo coacciones, de que los campesinos de las tierras que se encuentran por el camino respondan como súbditos del marqués de Carabás.
Asimismo, el gato había llegado con otro personaje de fantasía, un ogro rico y verdadero señor de las tierras. Este ogro poseía la habilidad mágica de transformarse en cualquier animal que desease. En el fastuoso castillo del ogro, este, regocijándose con su don, le muestra al gato de lo que es capaz y se convierte en un temible león. El gato, listo y vivo, como había demostrado ser, le reta a adoptar la forma de un animal más pequeño, por ejemplo, un ratón.
Final del relato
Así fue como el gato acabó con el inofensivo animalito y dejó listo el castillo para la llegada del rey, su hija y su amo, el falso marqués. De esta manera, el hijo del molinero había acabado con ricas ropas, súbditos, tierras y una magnífica morada. El rey, feliz y encantado, le da la mano de su hija. El gato había logrado que su amo no se lo comiera y lo había conducido hacia la fortuna. Se había valido de diferentes pruebas (el conejo, el río, los labradores y el ogro) y situaciones con las que engatusar al rey y mejorar la vida de su amo para no acabar en la cazuela.
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