Umberto Eco. Aniversario de su fallecimiento. Frases escogidas

Umberto Eco falleció un día como hoy

Umberto Eco fallecía un día como hoy de 2016 en Milán. Fue semiólogo y profesor en la Universidad de Bolonia además de uno de los escritores italianos más famosos. Su éxito más rotundo y nunca igualado fue El nombre de la rosa. Para recordarlo ahí va esta selección de frases y fragmentos de su obra.

Umberto Eco

Se doctoró en filosofía por la Universidad de Turín, su tesis fue sobre El problema estético en Santo Tomás, y fue ese interés por el pensamiento de Tomás de Aquino y la cultura medieval que también lo reflejó en su obra, mostrándolo de lleno en El nombre de la rosa. En ella, además de la ambientación en la época o el uso del latín en algunas partes, incluyó una más que solvente reconstrucción histórica y el toque policiaco que le llevó a alcanzar el éxito mundial y que ya no volvió a repetir.

Ocho años después sacaba El péndulo de Foucault, que también quiso lanzarse con la misma fuerza en todo el mundo y fue traducido en varios idiomas. Pero no tuvo la misma suerte ni con la crítica ni con los lectores. Tampoco lo lograron La isla del día antes, ya publicada en los 90, ni sus siguientes novelas.

Fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias en el año 2000.

Umberto Eco —  Selección de frases y fragmentos

Tratado de semiótica general

  • Semiótica es en principio la disciplina que estudia todo lo que se puede utilizar con el fin de mentir. Si hay algo que no se puede utilizar para decir una mentira, por el contrario no se puede utilizar para decir la verdad: no puede de hecho ser utilizado para «decir» nada en absoluto.

Arte y belleza en la estética medieval

  • Ante la perecedera belleza, la única garantía está en la belleza interior, que no muere.

La isla del día de antes

  • Pero el propósito de una historia es enseñar y complacer a la vez, y lo que nos enseña es cómo reconocer las trampas del mundo.

El péndulo de Foucault

  • Hay cuatro tipos de personas en este mundo: cretinos, tontos, imbéciles y lunáticos. Los cretinos ni siquiera hablan; babean y tropiezan. Los tontos son de gran demanda, sobre todo en ocasiones sociales. Avergüenzan a todos, pero proporcionan material para la conversación. Los tontos no reivindican que los gatos ladren, pero hablan de gatos cuando todo el mundo está hablando de perros. Ofenden todas las reglas de la conversación, y cuando realmente ofenden, son magníficos. Los imbéciles nunca se hacen las cosas mal. Sus razones para hacerlas están equivocadas. Al igual que el tipo que dice que como todos los perros son animales domésticos y todos los perros ladran y los gatos son animales domésticos, también, por lo tanto, los gatos ladran.
  • Cualquier hecho se vuelve importante cuando está conectado a otro.
  • Creo que todo pecado, amor, gloria son esto: cuando deslizas hacia abajo las sábanas anudadas, escapando de la sede de la Gestapo, y ella te abraza, allí, suspendida, y te susurra que siempre ha soñado contigo. El resto es sólo sexo, cópula, la perpetuación de la vil especie.

El nombre de la rosa

  • Quizá la tarea del que ama a los hombres consista en lograr que éstos se rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en aprender a liberarnos de la insana pasión por la verdad.
  • El amor tiene efectos muy diversos; primero ablanda el alma, luego la enferma… Pero más tarde ésta siente el fuego verdadero del amor divino, y grita, y se lamenta, y es como piedra que en el horno se calcina, y se deshace y crepita lamida por las llamas.
  • Los libros no se han hecho para que creamos lo que dicen, sino para que los analicemos. Cuando cogemos un libro, no debemos preguntarnos qué dice, sino qué quiere decir.
  • Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas.
  • El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.
  • Sólo hay una cosa que excite de los animales más que el placer, y es el dolor. Bajo tortura estás como si estuvieras bajo el dominio de esas hierbas que producen visiones.

Baudolino

  • ¿Qué es la vida si no la sombra de un sueño fugaz?
  • Cuidado, no te pido que testimonies lo que consideras falso, que sería pecado, sino que testimonies falsamente lo que crees verdadero.
  • No hay nada mejor que imaginar otros mundos para olvidar lo doloroso que es el mundo en que vivimos.
  • La retórica es el arte de decir bien lo que uno no está seguro de que sea verdad, y los poetas tienen el deber de inventar hermosas mentiras.


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