Álvaro Lozano. Entrevista con el autor de Olvido y crueldad

Álvaro Lozano nos concede esta entrevista

Álvaro Lozano es cardiólogo de profesión y escritor de novela histórica en sus ratos libres. Tiene publicadas Irene de Atenas, ambientada en el periodo bizantino, y la última, Olvido y crueldad. De ella nos habla en esta entrevista. Le agradezco mucho su tiempo y gentileza al atenderme.

Álvaro Lozano — Entrevista

  • ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela se titula Olvido y crueldad. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?

ÁLVARO LOZANO: La idea original del libro surge del personaje de María de Padilla. En principio iba a ser una novela sobre ella, pero conforme me fui adentrando en la fase de documentación, descubrí a todas esas mujeres que de alguna manera habían influido en la vida del rey don Pedro el Cruel o ayudaban a explicar con sus historias quién fue.

Como sevillano, he crecido escuchando las numerosas leyendas que hay sobre este rey en mi ciudad. De alguna manera, siempre le he tenido simpatía, puede que por la fascinación que suelen ejercer sobre nosotros los perdedores, y ese apelativo de Pedro el Cruel nunca me ha parecido justo.

Juntando todos estos elementos, decidí escribir una novela en la que don Pedro no fuera el protagonista, sino las mujeres que lo rodearon y lo definieron, lo cual, al mismo tiempo, me permite construir un retrato del monarca desde diferentes puntos de vista.

Pedro I el Cruel

De esta manera, en el capítulo inicial encontramos a Pedro I el Cruel en estado puro, o al menos la imagen que de él ha pervivido en el tiempo. En los siguientes, muestro al rey desde el punto de vista de estas mujeres: su madrastra, su esposa, su amante, las nobles a las que se supone que cortejó.

Porque este es el otro gran tema de la novela, si de verdad es posible conocer lo que ocurrió en el pasado, si podemos escribir sobre la historia sin tomar partido, si podemos confiar en las fuentes. Y don Pedro y su época son el ejemplo perfecto, un tiempo del que sólo tenemos una versión y donde las leyendas se entrelazan con la realidad que fue o que pudo ser.

¿Es don Pedro el Justiciero o el Cruel? Y más allá aún: ¿quiénes son estas mujeres? Pues el mismo trabajo de borrar o distorsionar la vida de todo un rey de Castilla se aplica con esmero a estas mujeres, cuya personalidad se pierde en el tiempo y al final se ven reducidas a los arquetipos de mártir, de esposa abnegada, de santa, de puta. Porque ésa es la única manera en que los cronistas son capaces de pensar en las mujeres. Todo esto, y mucho más, es Olvido y crueldad.

Principios y escritores

  • AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y la primera historia que escribiste?

AL: Siempre he sido un lector empedernido. Ya cuando era niño, mi madre me reñía porque me acababa los libros demasiado rápido. Eso hizo que rápidamente se agotaran los libros de literatura juvenil que había en casa y me pasara a la literatura «adulta», y los primeros fueron Stephen King y Agatha Christie.

En cuanto a la primera historia no sabría decir cuál fue. Empecé a escribir en la adolescencia y recuerdo escribir relatos estando en el colegio y pasarlos a mis compañeros de pupitres para que los leyeran. Escribía desde adaptaciones de mitos clásicos hasta historias existencialistas de adolescente atormentado que corresponden a esa edad.

  • AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas. 

AL: Demasiados. Leo de todo. Uno de mis libros favoritos de todos los tiempos es La Ilíada de Homero. Podría nombrar a Flaubert, Dostoievski, Galdós, Poe, Genet, Arendt, Sánchez Ferlosio, García Hortelano, Marías, Eco, Roth, Saramago, y en cuanto a escritores más actuales Carrére, Vuillard, De Vigan, Mariana Enriquez

  • AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear? 

AL: Hay muchos, pero pienso siempre en uno que creo que no es demasiado conocido ni reivindicado, y es Baudolino, de la novela del mismo nombre de Umberto Eco. Por encima de El nombre de la rosa, es mi novela favorita de él. Baudolino es, por decirlo de alguna manera, de profesión embustero y al contar su vida, se mezcla la Historia, la imaginación, los engaños y la fantasía. Ese tipo de enfoque en la novela histórica  siempre me ha atraído mucho y el personaje es, sencillamente, maravilloso.

Costumbres y géneros

  • AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer? 

AL: Cuando acabo un libro, no puedo irme a dormir o ponerme a hacer otra cosa, siempre tengo que empezar el siguiente. Supongo que es una forma de no quedarme huérfano, de estar siempre inmerso en una historia.

Y en cuanto a escribir, cuando me bloqueo, me voy a la ducha, y allí casi siempre encuentro la forma de salir del atasco.

  • AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo? 

AL: Suelo escribir por las tardes, que es cuando tengo tiempo libre. Y si el tiempo acompaña, me gusta hacerlo en la terraza.

  • AL: ¿Hay otros géneros que te gusten? 

AL: Leo de todo, pero creo que lo que más leo y más me gusta como género (los clásicos creo que son inclasificables), aparte de la narrativa contemporánea, son la ciencia ficción y el terror

Lecturas y proyectos

  • AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?

AL: Acabo de terminar Teseo, de Mary Renault, en la edición conjunta de las dos novelas que la componen que ha sacado Edhasa, y me ha parecido sencillamente sublime. Estoy empezando Diario del ladrón, de Jean Genet, que acaban de reeditar (llevaba años buscando ese libro) y con lo poco que llevo ya me parece una maravilla. 

En cuanto a lo que estoy escribiendo, poco puedo contar por ahora. Sólo diré que en esta ocasión el protagonista es masculino y que me remonto más atrás en el tiempo que en mi última novela.

Panorama actual

  • AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial en general?

AL: Llevo poco tiempo en este mundo y no conozco demasiado sus entresijos como para tener una opinión formada al respecto. Mi experiencia es extraordinaria, sólo puedo tener buenas palabras para mi editorial, Edhasa, y para mi editora Penélope Acero, pero me consta que las cosas no son tan sencillas ahí fuera. Sí que tengo la opinión, como lector, que la cantidad de libros que se publican es delirante, y que, en general, la calidad literaria de muchos de ellos es, cuando menos, cuestionable, por muchos ejemplares que vendan. Yo leo géneros muy diversos, y como lector omnívoro, lo que le exijo a un libro es que sea buena literatura, y para encontrar eso, hay que ser muy selectivo.

  • AL: ¿Qué tal estás llevando el momento actual que vivimos? ¿Te resulta inspirador para historias futuras?

AL: Lo llevo como puedo, con resignación. Yo soy de los pesimistas: creo que el futuro es muy oscuro y que hay poco que se pueda hacer para evitarlo, básicamente porque no queremos. Vivimos en un mundo en el que cada uno mira por sí mismo. Hemos perdido toda capacidad de empatía, y lo único importante es que cualquier opinión, por descabellada que sea, debe ser tenida en cuenta, tolerada. Es la paradoja de la tolerancia de Popper hecha pesadilla, porque tolerando lo intolerable vamos directos al precipicio. 

Aún no me he animado a escribir ciencia ficción distópica, pero si alguna idea me ronda la cabeza, porque ése es el único género en el que se puede enclavar el futuro al que nos dirigimos. 



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