Agustín García Calvo. Aniversario de su nacimiento. Poemas

El poeta zamorano Agustín García Calvo hubiera cumplido años hoy. Recordamos su obra.

Fotografía: Agustín García Calvo. Wikipedia.

Agustín García Calvo nació en Zamora un día como hoy en 1926. Fue gramático, poeta, dramaturgo, ensayista, traductor y pensador y formó parte del Círculo Lingüístico de Madrid. Ganador de varios premios como el Nacional de Ensayo, el Nacional de Literatura Dramática y también el mismo al conjunto de la obra de un traductor. Estos son 4 poemas escogidos de su obra para recordarlo o descubrirlo.

Agustín García Calvo — 4 poemas

Libre te quiero

Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña,
pero no mía.

Grande te quiero
como monte preñado
de primavera,
pero no mía.

Buena te quiero
como pan que no sabe
su masa buena,
pero no mía.

Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza,
pero no mía.

Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra,
pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Sereno estoy

Sereno estoy como la mar
serena.
Acude, amiga, a sollozar
tu pena.

No sepa ni diga
mi amiga carnal
que tiene el corazón
de sal.

Sereno estoy como la noche
serena:
¡Qué tiempo, amiga, qué derroche
de arena!

No espere ni quiera
mi amor la fortuna
de que en su pozo caiga
la luna.

Sereno estoy si tú lo estás
(serena).
Si yo soy bueno, tú eres más
que buena.

No esperes ni quieras,
amor; y llorar,
así como la noche
y el mar.

Que no se despierte

Que no se despierte.
La niña que duerme a la sombra
que no se despierte;
que duerme a la sombra del árbol;
que no se despierte;
a la sombra del árbol granado
que no se despierte;
granado de ciencia del bien,
que no se despierte;
de la ciencia del bien y del mal
que no se despierte.
Que no se despierte, que siga
dormida la muerte;
que siga a la brisa del ala
la muerte dormida;
a la brisa del ala del ángel
dormida la muerte;
del ala del ángel besada
la muerte dormida;
del ángel besada en la frente
dormida la muerte;
besada en la frente del lirio
la muerte dormida;
en la frente del lirio a la sombra
dormida la muerte
que no se despierte, que siga
dormida la niña,
que no se despierte, no.

Quién pintó la luna

¿Quién pintó la luna
sobre los techos de pizarra?
¿Quién sembró los trigos
debajo del agua?

Tan tonto estás, almita mía,
tan tonto y tan.

Dormíase mi niña
y todos me la acariciaban,
padres solteros,
doncellas preñadas

Tan tonto estás, almita mía,
tan tonto y tan.

Donde no hay guerra parece
como si no pasara nada:
los gusanos tejen;
también las arañas.

Tan tonto estás, almita mía,
tan tonto y tan.

Si alguno llora es porque
sabe que hay lágrimas;
y cuando uno se ríe es
porque le da la gana

Tan tonto estás, almita mía,
tan tonto y tan,
mi alma.

Fuentes: Museo literario, Trianarts.



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