Mayte Uceda. Entrevista
Mayte Uceda es asturiana. Autopublicó su primera novela en 2013 que se título Los Ángeles de La Torre, que tuvo éxito. Después ha publicado Un amor para Rebeca y Alicia y el teorema de los monos infinitos. El guardián de la marea es su último título publicado. En esta entrevista nos habla sobre él y sobre varios temas más. Le agradezco mucho su tiempo y amabilidad dedicados.
Mayte Uceda — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela publicada lleva por título El guardián de la marea. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?
MAYTE UCEDA: La idea surgió cuando descubrí el naufragio del transatlántico español Valbanera, ocurrido en aguas de Florida en 1919 y que representa la mayor catástrofe naval española en tiempos de paz. Fueron 488 víctimas entre tripulación y pasaje, la mayoría de ellos emigrantes que buscaban una vida mejor en Cuba. Me sorprendió lo desconocido que era este suceso y decidí que escribiría una novela en la que el buque tuviera especial protagonismo. Quise dar a conocer esta tragedia, hacer un homenaje a los fallecidos, un reconocimiento que, institucionalmente, no existe.
- AL: ¿Te puedes remontar a ese primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?
MU: Recuerdo leer en solitario uno de Snoopy. Es el primero que me viene a la memoria. Cuando mi lectura mejoró, me zambullía durante horas en la Enciclopedia Básica para jóvenes, que tenía títulos maravillosos como: Dime por qué, Dime quién es, Dime dónde está, Dime cómo funciona…
Lo primero que escribí fueron canciones. Aprendí a tocar la guitarra a los doce años y me encantaba crear mis propias historias, una afición que mantuve durante muchos años.
- AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
MU: De Isabel Allende, por ejemplo, suelo leer todo lo que escribe. Disfruto mucho de su narrativa, da igual lo que me cuente. Con Zafón me ocurría lo mismo. Por otro lado, siempre tengo a mano algún autor realista del siglo XIX: Galdós, Pardo Bazán, Clarín, Flaubert, Balzac… Me ayudan a conocer nuestro pasado inmediato y a comprender nuestra sociedad actual.
- AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?
MU: Adoro la fantasía y la épica, así que sería feliz sentándome un rato junto a Gandalf, de El Señor de los Anillos, mientras fuma en su pipa. El mundo que diseñó Tolkien me fascina, y claro que me habría gustado crearlo.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
MU: Puedo leer en cualquier sitio menos en la playa. Siempre llevo un libro, pero acabo mirando a la mar. Me resulta muy difícil escribir con música, no puedo evitar prestarle toda mi atención. Lo que no varía en mi rutina diaria es la compañía de mi gata Mica y, desde hace dos meses, de una cachorrita llamada Lina que me sigue a todas partes.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
MU: Soy búho, me encanta la noche para escribir, pero necesito dormir ciertas horas para sentirme bien, de modo que intento parecerme más a las gallinas, madrugar y retirarme al anochecer. Tengo una buhardilla acogedora en mi casa. Allí es donde me encierro con libros, libretas, papeles por todas partes y mis compañeras de cuatro patas.
- AL: ¿Hay otros géneros que te gusten?
MU: Todos. Y no lo digo como algo positivo, al contrario. Con los años he comprobado que tener gustos muy diversos te dispersa en todas las facetas.
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
MU: Estoy leyendo La dulzura del agua, de Nathan Harris. También estoy escuchando en audiolibro Los ingratos, de Pedro Simón, ambas muy recomendables, aunque me quedo con Simón. Estoy rematando la que será mi quinta novela, pero no puedo contaros nada todavía.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?
MU: El panorama editorial está más vivo que nunca, en mi opinión. Y vivo no significa necesariamente sano. La edición se ha popularizado. Antes, los canales de publicación eran rígidos y pocos aspirantes a escritor tenían acceso a ellos. Ahora, con el auge de la autoedición, hay un abanico impresionante de potenciales autores, algunos buenos, otros malos y muchos reguleros, pero todos tienen su oportunidad. Luego los lectores ya van segando el campo. Tal vez por eso yo me animé a saltar al ruedo: sencillamente porque podía hacerlo.
No veo que el libro digital vaya a sustituir al físico como se temía hace unos años. Nos gusta demasiado tocarlos, olerlos y regalarlos.
- AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?
MU: Las crisis son cíclicas. Si miras solo cien años atrás y ves cómo vivía la gente, te das cuenta de lo afortunado que eres por haber nacido en esta época. Una persona a principios del siglo XX, en cualquier parte del mundo, vivía dentro de unos índices de mortalidad que hoy nos harían temblar. La esperanza de vida, la mortalidad infantil de aquellos años, las guerras, las epidemias, el hambre, lo poco desarrollada que estaba la medicina y la industria farmacéutica… Creo que no nos hacemos una idea. Y no hablo de la Edad Media, hablo de la época de nuestros abuelos y bisabuelos. Somos muy afortunados, al menos en nuestra parte del mundo.
Cuando llegó la pandemia yo me encontraba en plenas galeradas de El guardián de la marea, inmersa en la Primera Guerra Mundial, en la devastadora pandemia de gripe española, en la Segunda Guerra Mundial y en todos esos índices abrumadores que mencionaba antes. Y a nosotros nos decían que lo único que teníamos que hacer era quedarnos en casa, con nuestra tele, nuestros cachivaches electrónicos, nuestras comodidades… Pensábamos que Occidente sería feliz para siempre, pero asoman tiempos revueltos. Veremos si estamos preparados para afrontarlos.
from Actualidad Literatura https://ift.tt/nJWKSO5
via IFTTT Mariola Díaz-Cano Arévalo
Comentarios
Publicar un comentario