Poemas para niños: una selección fácil para los más pequeños
Si tienes niños pequeños es posible que, en clase, hayan aprendido poemas para niños. Pero si no es así, o bien quieres hacerle disfrutar más de este género literario, ¿qué tal si te hacemos una recopilación de las más divertidas y conocidas.
A través de ellas puede disfrutar de una historia, al mismo tiempo que aprende y, sobre todo, entiende la entonación, la rima… ¿Te animas a enseñarle alguno de los poemas que hemos seleccionado?
El gallo despertador
Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
era su traje
de hermoso plumaje.
Kikirikí
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
Kikirikí
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que vienen el día.
Kikirikí
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el “cole”.
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador.
Gloria Fuertes.
Los ratones
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?
Lope de Vega
El grillo y la luna
Un grillo cantaba
cri cri muy contento,
mirando a la luna
en el firmamento.
Cri cri le cantaba
«eres la más bella»
y la luna reía
junto a las estrellas.
Cri cri le cantaba
«eres tan hermosa»
y la luna brillaba
creyéndose diosa.
Marisa Alonso Santamaria.
Cómo se dibuja a un niño
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo,
-que esté comiendo un barquillo;
muchas pecas en la cara que se note que es un pillo;
– pillo rima con flequillo y quiere decir travieso -.
Continuemos el dibujo: redonda cara de queso.
Como es un niño de moda, bebe jarabe con soda.
Lleva pantalón vaquero con un hermoso agujero;
camiseta americana y una gorrita de pana.
Las botas de futbolista – porque chutando es artista -.
Se ríe continuamente, porque es muy inteligente.
Debajo del brazo un cuento por eso está tan contento.
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
Gloria Fuertes.
El lagarto está llorando
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
¡ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran,
¡ay!,¡ay! cómo están llorando!
Federico García Lorca
La plaza tiene una torre
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
ha pasado un caballero
¡Quién sabe por qué pasó!
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama
su dama y su blanca flor.
Para tu ventana
un ramo de rosas me dio la mañana.
Por un laberinto, de calle en calleja,
buscando, he corrido, tu casa y tu reja.
Y en un laberinto me encuentro perdido
En esta mañana de mayo florido.
Antonio Machado
Las cinco vocales
Con saltos y brincos
Del brazo las cinco
Muy poco formales
Vienen las vocales
¿Las conoces tú?:
a, e, i, o, u.
A, grita que grita,
se enfada y se irrita
Y se va al teatro.
Sólo quedan cuatro.
E, llama que llama,
Se marcha a la cama
Con dolor de pies.
Sólo quedan tres.
I, chilla que chilla,
Se sube a una silla
Porque ve un ratón
Sólo quedan dos.
O, rueda que rueda
Sálvese quien pueda
Rodando se esfuma.
Sólo queda una.
U, muy asustada,
Se ve abandonada
Y se va a la luna.
No queda ninguna.
¿Las recuerdas tú?:
a, e, i, o, u.
Carlos Reviejo
Un desfile numeral
Con este desfile
terminamos ya.
Marchando, deprisa,
los números se van.
Primero va el Uno,
que es el general,
porque de los números
es el mandamás.
El Dos es un cabo,
y el Tres, capitán.
El Cuatro y el Cinco
desfilan detrás.
El Seis con el Siete
no paran de hablar.
El Ocho está cojo
y no puede andar.
El Nueve les dice:
– !Más formalidad!
Y el Cero, enfadado,
rodando se va.
Carlos Reviejo
El reino del revés
Me dijeron que en el Reino del Revés
Nada el pájaro y vuela el pez
Que los gatos no hacen miau y dicen yes
Porque estudian mucho inglés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Me dijeron que en el reino del revés
Nadie baila con los pies
Que un ladrón es vigilante y otro es juez
Y que dos y dos son tres
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Me dijeron que en el reino del revés
Cabe un oso en una nuez
Que usan barbas y bigotes los bebés
Y que un año dura un mes
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Me dijeron que en el reino del revés
Hay un perro pekinés
Que se cae para arriba y una vez
No pudo bajar después
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Me dijeron que en el reino del revés
Un señor llamado Andrés
Tiene 1.530 chimpancés
Que si miras no los ves
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Me dijeron que en el reino del revés
Una araña y un ciempiés
Van montados al palacio del Marqués
En caballos de ajedrez
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
Vamos a ver como es
El Reino del Revés
María Elena Walsh
Bañar a la luna
Ya la Luna baja en camisón
a bañarse en un charquito con jabón.
Ya la Luna baja en tobogán
revoleando su sombrilla de azafrán.
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna viene en palanquin
a robar un crisantemo del jardín
Ya la luna viene por allí
su kimono dice no, no y ella sí.
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna baja muy feliz
a empolvarse con azúcar la nariz
Ya la luna en puntas de pie
en una tacita china toma té
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu.
Ya la luna vino y le dio tos
por comer con dos palitos el arroz
Ya la luna baja desde allá
y por el charquito-quito nadará
Quien la pesque con una cañita de bambú,
se la lleva a Siu Kiu
María Elena Walsh
La cigarra y la hormiga
Cantando la cigarra
pasó el verano entero
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del precioso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.
Habitaba la hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme,
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo».
La codiciosa hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?».
«Yo», dijo la cigarra,
«a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento».
«¡Hola! ¿con que cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como,
baila, pese a tu cuerpo».
Félix María de Samaniego.
¿Qué otros poemas para niños elegirías tú? ¿Hay alguno que consideres es imprescindible para los más pequeños? Déjanoslo en comentarios.
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